Vidal vs los docentes: cronología de un conflicto que atravesó el ciclo lectivo

La disputa salarial entre los gremios y la gobernadora ostenta un lamentable récord en 2018: es el año que más cese de actividades hubo durante la gestión de Cambiemos en Provincia, y ya superó las cifras de su antecesor, Daniel Scioli.

El conflicto entre el Gobierno bonaerense y el Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB) atravesó el año lectivo, tal es así que 2018 ostentará un lamentable record: es el año que más días de paro hubo en la gestión de la gobernadora María Eugenia Vidal, y no sólo eso, esta cifra ya es superior a la registrada en 2014, el año de mayor conflictividad de los dos mandatos de su antecesor, Daniel Scioli.

Hoy los gremios docentes bonaerenses culminan una jornada de paro de 48 horas, con lo cual completan 26 días de cese de actividades en 2018 y el conflicto, a menos de dos meses de culminar el ciclo lectivo, tiende a profundizarse.

Según un relevamiento de Chequeado a partir de datos provistos por la Dirección General de Cultura y Educación provincial, durante los Gobiernos de Scioli, entre 2007 y 2015, se registraron 100 días de paro mientras que en los casi tres años que lleva Vidal en el cargo hubo 49.

Los números año por año:


Una historia de desencuentros:

El conflicto docente en 2017 logró desactivarse en julio, luego de cuatro meses de fuertes cruces y 17 días de paro. Con este antecedente desde el Gobierno se comprometieron a iniciar la negociación paritaria con la antelación suficiente para garantizar el inicio de clases, así la primera convocatoria fue el 30 de noviembre del año pasado. Sin embargo, en este primer encuentro no hubo una propuesta salarial y se vislumbraba un comienzo de clases incierto.  

"El Gobierno de la provincia de Buenos Aires nos tendría que haber convocado, está dilatando los plazos y vamos a estar sobre la fecha del inicio de clases aunque nos llamen para los primeros días de febrero", advertía a mediados en enero el secretario General del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires, Roberto Baradel.

La primera oferta salarial de Vidal a los docentes llegó el 15 de febrero y consistió en un aumento del 15 por ciento en tres tramos, que fue rechazada de manera inmediata. El Gobierno provincial insistió con esta oferta en el segundo (22 de febrero) y tercer encuentro (28 de febrero), incorporándole algunas variantes: un plus por presentismo y una cláusula de revisión para octubre, que tampoco fue aceptada por los gremios que exigían una cláusula gatillo de activación automática.

A pocos días del inicio del ciclo lectivo y con la negociación paritaria estancada, Vidal durante su discurso de apertura de sesiones ordinarias lanzó fuertes críticas a los gremios docentes. Allí habló de “los alumnos como rehenes”, “ausentismo”, “licencias truchas” y remarcó: “Cada vez más familias eligen las escuelas privadas y no las públicas. La escuela pública queda como opción para aquellos que no pueden elegir". Al otro día el FUDB anunció la primera medida de fuerza del año que coincidió con el inicio de las clases.

El quinto encuentro (21 de marzo) trajo una única novedad: un adicional por capacitación de 3 mil pesos anuales y en el sexto (4 de abril) a lo antes ofrecido se agregó una suma no remunerativa de 2520 pesos en concepto de material didáctico. "Siguen intentando agregar sumas por fuera del salario que no contemplan a los jubilados ni el escalafón docente", se quejó Baradel.

Por su parte, la mandataria provincial esa tarde anunció el primer anticipo de un 5 por ciento a cuenta de un futuro arreglo. “(Los docentes) no pueden seguir esperando que nos pongamos de acuerdo con los gremios”, manifestó, a la vez que pidió: “Dejemos discusiones obvias, inútiles, que no nos llevan a ningún mejor lugar y trabajemos por los desafíos que nos llevan adelante, entre todos”. Este sería el primero de los pagos a cuenta que dispuso Vidal y que completan un incremento del 30 por ciento para octubre.

La Provincia en la séptima reunión (20 de abril) se corrió de la oferta anual que le hizo al resto de los estatales y realizó una propuesta semestral (10 por ciento en tres tramos) con el compromiso de reabrir la negociación en julio, pero los docentes la consideraron “insuficiente” por ubicarse por debajo de la pauta inflacionaria.

Tras varios intentos fallidos, la negociación entró en un período de estancamiento plagado de cruces y polémicas. Así, los dichos de la gobernadora sobre la pobreza y el acceso a la universidad,  la resolución que modificó el funcionamiento de los Equipos de Orientación Escolar (antes conocidos como "gabinetes pedagógicos") o los cuestionamientos por la demora en el pago de los salarios de julio, que desde la Provincia atribuyeron a un “problema técnico”.

La Justicia hizo lugar a un reclamo del FUDB e intimó al Gobierno a que reanude la paritaria tras casi tres meses desde la última reunión. La administración Vidal en el octavo encuentro (23 de julio) ofreció una suba de salarios del 16,7 por ciento, pero quedó lejos del reclamo de los docentes.  

La próxima cita se gestó en un clima de máxima tensión, luego de la explosión a causa de un escape de gas en una escuela de Moreno donde fallecieron la vicedirectora y un auxiliar docente el 2 de agosto, que visibilizó la crisis edilicia en los colegios de la Provincia y generó una ola de denuncias al respecto.



Al noveno encuentro llegaron a un día de vencerse la conciliación obligatoria (23 de agosto) y el resultado fue el mismo: los docentes rechazaron la propuesta de un aumento salarial del 20,7 por ciento a cobrarse en septiembre con una suma no remunerativa de 210 pesos en concepto de material didáctico y el compromiso de volver a reunirse en octubre. En este marco, Vidal rompió el silencio durante una entrevista y apuntó a los dirigentes gremiales. “El desacuerdo no es con los docentes, es con los gremios”, aseguró.

El pasado 11 de octubre tuvo lugar la última reunión, la Provincia ofreció un aumento salarial del 11 por ciento, que, sumado al 19 por ciento que aplicó la gobernadora por decreto, alcanza al 30 por ciento, más una cláusula de revisión para diciembre. La contrapropuesta de los gremios fue una suba del 31 por ciento retroactiva a septiembre y un mecanismo de actualización por inflación a partir de noviembre de 2018. No hubo respuesta del Gobierno, lo que motivó la última medida de fuerza que concluyó hoy y que avizora un conflictivo fin de ciclo.

La Matanza