Venezuela, en un nuevo capítulo de su crisis

Maduro dispuso el retiro de circulación de billetes de 100 bolívares y el cierre de la frontera con Colombia para evitar nuevas subas del dólar. La decisión alteró la vida cotidiana de los ciudadanos.

Venezuela vivió esta semana un nuevo capítulo de la crisis que golpea al gobierno de Nicolás Maduro. En el marco de la escasez de bienes y las tensiones cambiarias que atraviesa el país, el presidente tomó dos medidas singulares para contener la depreciación del bolívar, la moneda nacional. Por un lado, dispuso el retiro de circulación de todos los billetes de 100 bolívares (el de mayor denominación) disponibles en el mercado. Por el otro, ordenó el cierre de la frontera con Colombia por 72 horas.

Ambas medidas tienen como fin, según el oficialismo, combatir un ataque especulativo contra la moneda venezolana. Según Maduro, “más de 300.000 millones de bolívares están en poder de las mafias internacionales dirigidas desde Colombia (...) y son parte del golpe económico”. Al quitar de circulación los billetes de 100 bolívares (para tener una referencia, un dólar equivale a 670 bolívares), se perjudicarían “las mafias internacionales que vienen acumulando” dinero en el extranjero. El cierre de la frontera con Colombia se inscribe en esta pretensión de frenar la extracción de papel moneda venezolana a las ciudades de Cúcuta y Maicao.

Las políticas instrumentadas por Maduro el domingo anterior surtieron efecto. El dólar en el mercado negro pasó de 4.200 bolívares a 2.480. La combinación de retiro de dinero circulante y cierre fronterizo redujo fuertemente la demanda de dólares.

Pero la decisión representó nuevas complicaciones para la agitada vida de los venezolanos. El jueves venció el plazo para que los ciudadanos canjeen en los bancos los billetes de 100 bolívares. Aunque el presidente concedió un plazo adicional para el trueque de billetes, durante toda la semana se registraron largas filas en las entidades financieras para poder deshacerse del papel moneda que pasaría a desuso.

Con muy poco dinero en el bolsillo (el billete de 100 bolívares no solo es el de mayor denominación, sino que explica casi el 50% de la moneda circulante del país), los venezolanos aguardaban con ansias el ingreso de los nuevos billetes, de mayor nomenclatura de 500 a 20.000 bolívares. Sin embargo, hasta el día viernes, la banca comercial no disponía aún de los nuevos billetes.

De este modo, los intercambios monetarios cotidianos y rutinarios se volvieron la semana que se cierra un verdadero caos. Los comerciantes se negaron a recibir billetes de 100 bolívares. Con más de la mitad de la población sin estar bancarizada, quienes no disponen de tarjetas de crédito o débito debieron incurrir en el regateo o el fiado. Todo un indicio de los agitados días que atraviesa la Venezuela de Maduro.

Diarios Argentinos