Una actriz denunció haber sido víctima de acoso callejero

Julieta Caij, más conocida como Cayetina, utilizó su cuenta de Twitter para denunciar una situación de acoso sexual. “No quiero tener miedo de sacar a mi perro, quiero que nos dejen tranquilas”, reclamó.

La actriz y conductora Julieta Caij, más conocida como Cayetina, denunció haber sido víctima de acoso callejero a través de cuenta de Twitter. “No quiero tener miedo de sacar a mi perro, quiero que nos dejen tranquilas”, fue el pedido de la joven.

La actriz de “Confesiones de mujeres de 30” decidió no callarse el desagradable episodio que debió vivir la noche del viernes en Palermo. No quiso “dejarlo pasar” ni fomentar la naturalización de prácticas que deben ser erradicadas de una vez por todas: el acoso callejero de varones hacia mujeres.

Según contó a La Nación, un amigo la llamó desde la calle para decirle que se había olvidado el cargador del celular en su casa y le pidió que se lo baje. La joven quiso aprovechar ese momento para pasear a su perro. Era la medianoche del viernes.

 “Apenas salí, vi en la esquina a un chico que no me gustó. Luché internamente con el prejuicio y, en lugar de meterme de nuevo en el edificio, me dije: 'No me va a hacer nada, no voy a ser malpensada'. Cuando se acercó, me tiró un 'hola'. Ahí pensé que me iba a pedir plata, en cambio se me tiró encima y entonces atiné a agarrar fuerte mi celular porque creí que quería robarme. No. Me puso su mano en mi panza. Imaginé que tenía una navaja, que me iba a cortar. Tampoco. Deslizó su mano hasta mi vagina, la agarró fuerte y me dijo, mirándome a los ojos: 'Cómo te la chuparía, como nunca te la chupó nadie en tu vida'. Me quedé paralizada, no pude reaccionar. Fue todo muy rápido. Entonces el tipo se fue, con una sonrisa. Enseguida me dirigí al hombre de seguridad de un edificio, pero estaba entretenido con su celular y no había visto nada", relató.

Abrumada y asustada por la situación, se quedó paralizada, no pudo reaccionar, ni defenderse, ni gritar, lo violento de la situación fue demasiado. “Me di cuenta de que los hombres todavía creen que tienen poder sobre el cuerpo de las mujeres. Es algo que está muy arraigado aún, estamos lejos de que esto pare. Es cierto que lo que me pasó podría haber sido peor, pero ¿me tengo que poner contenta de que por lo menos no me violó? No, nadie nos puede manosear así en la calle, por eso lo cuento y por eso también voy a hacer la denuncia, porque quizás es un pibe que anda siempre por la zona, haciendo lo mismo y ninguna chica lo denuncia por miedo o vergüenza”, concluyó.

“Me arrepiento de no haberle dicho de todo”, escribió en Twitter. “La sensación de inferioridad a la que nos quieren someter”, agregó.


 





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