¿Se puede tomar alcohol estando a dieta?

Se acercan los días lindos y las salidas se multiplican. La mayoría cree que si se sigue una dieta de descenso de peso no se debe tomar alcohol pero ¿es tan así?

Cuando se comienza una dieta de descenso de peso bajo supervisión de un profesional, es común que se aconseje eliminar las bebidas alcohólicas de las comidas. Sin embargo, con los días lindos las salidas a tomar algo con amigos se multiplican y es muy difícil resistirse a una cerveza helada más alguna tapa.

Para eliminar el interrogante, El País Digital dialogó con el subdirector de la carrera de médicos especialistas en Nutrición de la Fundación Barceló, doctor Silvio Schraier, quien explicó cómo afecta el consumo de bebidas alcohólicas a una dieta de adelgazamiento.

El especialista en Nutrición advierte que no recomienda el consumo de bebidas alcohólicas en una dieta de adelgazamiento pero, a su vez, aclaró que no prohíbe ningún alimento: “Para nosotros la comida tiene un carácter social, un carácter hedónico y un carácter psicológico más allá del alimento y de la nutrición. Si no estaríamos chupando una hojita de lechuga por día y la verdad es que no es así”.  

¿Cuántas calorías tienen las bebidas alcohólicas?

Las bebidas alcohólicas tienen un alto contenido calórico. Cada gramo de alcohol tiene un total de siete calorías. Por lo tanto, la cantidad de calorías depende de la graduación alcohólica de cada bebida. Las bebidas blancas como el ron o el vodka tienen más calorías porque tienen más alcohol. El vino, por ejemplo, tiene entre un once o doce por ciento de alcohol. El tema con la cerveza es diferente porque la gradación varía según su procedencia, puede ir desde un tres por ciento hasta un seis. Los aperitivos, por su parte, tienen un porcentaje alto pero al servirse, generalmente, con otra bebida éste se contrarresta—sobre todo si es con soda o bebidas dietéticas—.

Sin embargo, la cantidad de calorías de los aperitivos no suele ser menor a la de un porrón de cerveza o una copa de vino. Pero, como advierte Schraier: “La diferencia está en que es más probable que tomes un solo aperitivo y no un solo porrón de cerveza. Aunque eso depende del manejo de cada uno”.

 En promedio, según nos cuenta el doctor Schraier, un porrón de cerveza de 330 cc tiene alrededor de 300 calorías. Por lo que una de las posibilidades para consumir alcohol sería la de intercambiar esas calorías de la cerveza por las de otro alimento. Sin embargo, esto no es tan fácil ya que no es común reparar en cuántos vasos se toman durante una cena entre amigos.

Silvio Schraier da un excelente ejemplo para ilustrar el problema de las dietas y el alcohol: “Si uno come un sandwich de hamburguesa — con ingredientes—  son alrededor de unas 700 calorías. Si la acompaño con un porrón de cerveza, estoy agregando otro tanto”. El especialista en Nutrición explica que el cuerpo humano no está diseñado para detectar las calorías de los líquidos, sólo las de los sólidos. Por lo que si “yo como una hamburguesa más una cerveza y otro lo mismo más un vaso de gaseosa regular, comimos las 700 calorías de la hamburguesa más las de la bebida. En cambio otro compañero de comida que consumió la misma hamburguesa pero con una gaseosa light sólo consumió las 700 calorías del sándwich. Nosotros no tenemos la sensación de haber comido más que nuestro compañero porque eso no se detecta”, advirtió. Por lo tanto, el intercambio de alimentos para sopesar las calorías de las bebidas debe ser consciente. Además, agregó: “Los  tres comimos 700 calorías pero al sumar las bebidas sumamos 300 calorías. Por lo tanto, nosotros ingerimos mil mientras que el tercer compañero sólo 700”.

Entonces, para equiparar la cantidad de calorías con las de la persona que consumió una bebida light una idea es la de elegir un sándwich más chico o con menos ingredientes y tomar menos de una botella de cerveza. De esa manera se equilibran las calorías ingeridas.

Si la idea es salir a un bar, el doctor especialista en Nutrición aconseja pedir como “tapa” una bruschetta o tostada con queso. “Todo lo que es snack tiene muchísimas calorías. Por ejemplo,  está demostrado que las papas fritas snack son lo más adictivo del mundo. La mezcla de grasa con sal abre el apetito” afirmó.

Al ser consultado acerca de cuántas calorías se calcula que una persona debería consumir en el día, el doctor Schraier remarcó que el cálculo responde a una cantidad de factores como el sexo, la edad, la actividad física, el tipo de trabajo que la persona realiza (mayor o menor sedentarismo) y hasta la temperatura ambiente. “Si hacemos un cálculo genérico, un hombre de 1.70 metros con un trabajo sedentario tipo oficinista debería consumir alrededor de 1400- 1500 calorías por día si necesita bajar de peso. Si es una mujer de 1.70 metros con el mismo trabajo, necesitará de 1200 a 1400 calorías”, destacó.

Entonces, si se toma la cantidad de 1400 calorías como ejemplo, se puede dividir de la siguiente manera: 450 / 500 calorías para el almuerzo y la cena y 250 / 300 calorías para el desayuno y la merienda, que tienden a ser comidas más magras.

Teniendo estos parámetros no resulta fácil incluir una bebida con alcohol. Para poder incluir un vaso de cerveza en una comida tipo —carne y ensalada, más una fruta— se pueden reducir las calorías controlando los condimentos de la ensalada (no más de una cucharada de aceite por persona, aconseja Schraier) o comiendo una fruta pequeña.

Para salir victorioso en las salidas sociales y no irse del todo de la dieta el especialista recomienda: “Uno podría tomar agua o soda para sacarse la sed —con cero calorías— y luego disfrutar de una copa de vino. Ahí no hay ningún problema”. Aunque reconoció: “Pero en general si pedís cerveza, cuando se te acabó y tenés sed, te pedís otra. Además, no nos olvidemos de que a veces en la elección influye el precio y obviamente una botella de cerveza promedio es más barata que una de vino promedio”. Según el doctor, es probable que personas que están en una dieta de descenso de peso prefieran obviar el alcohol antes de tomar solo un vaso y, además, tener que equilibrar con la comida. “Para nosotros lo hedónico de la comida y la bebida importa mucho. No da lo mismo que te pongan un plato tipo perro con trocitos —aunque el sabor de los trocitos sea algo que vos reconoces— así como no da lo mismo un platito bien armado que un platito así nomás y no da lo mismo comer con alguien que te resulte grato que comer solo”. El disfrute es importante también a la hora de seguir una dieta, de ahí la opción de elegir “permitidos” que descompriman un poco y ayuden a continuar de forma positiva con el programa de alimentación.

En este sentido, el doctor Schraier aconseja: “Si salís a cenar con amigos tratá de tomar más soda, agua o gaseosa light y tomate solo una botellita de cerveza porque la tertulia da para pedir más. Si preferís vino, cená con bebidas sin alcohol y con cero calorías y dejate la copa para disfrutarla en la charla de sobremesa”.  





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