Reestructuración de deuda y más allá

OPINIÓN. Más allá del futuro resultado de la renegociación de deuda externa con dichos organismos, surgen dos cuestiones fundamentales a resolver para el estado argentino: la modificación de la estructura productiva local y el incentivo financiero a atesorar en dólares en detrimento del peso.


Cerrada la reestructuración de deuda externa bajo ley local e internacional con adhesión casi total, se redujo el stock de pasivos denominados en dólares y se prolongó la curva de pagos para aliviar significativamente los mismos durante los próximos 4 años. En otras palabras, el stock de deuda externa, así como el flujo de pagos fue modificado reduciendo de este modo la necesidad de dólares para afrontarlos.

Por otro lado, con la relajación de las medidas de distanciamiento social, la economía comenzó a salir del piso alcanzado durante abril y comenzaron a reactivarse distintas actividades productivas aumentando lenta pero indefectiblemente las importaciones, así como el excedente económico generado.

A corto y mediano plazo continuará la renegociación de deuda externa con organismos internacionales, el FMI y el Club de París, y se implementarán medidas de estímulo económico para reactivar la economía (créditos Procrear y Ahora 36 para el rubro de la construcción son algunos ejemplos). Surge la pregunta sobre si la velocidad de generación de divisas será mayor o no a la velocidad a la que las mismas serán demandadas, tanto para realizar dichas importaciones y para el posible atesoramiento de los mencionados excedentes.

Ergo, más allá del futuro resultado de la renegociación de deuda externa con dichos organismos, surgen dos cuestiones fundamentales a resolver para el estado argentino: la modificación de la estructura productiva local y el incentivo financiero a atesorar en dólares en detrimento del peso.

La estructura productiva argentina es altamente dependiente de las importaciones, tanto de bienes intermedios, bienes de capital y materia prima. Reducir dicha necesidad de bienes y servicios extranjeros es una tarea de largo plazo, y requiere el análisis y seguimiento de los diferentes eslabones de la cadena productiva para saber cuál puede y debe ser estimulado en pos del logro de dicho objetivo. La política industrial aquí es fundamental.

En cuanto al incentivo a mantener un excedente en dólares o pesos, el rendimiento obtenido por cada uno es central. Si manteniendo cien dólares billetes por un año se conserva dicha cantidad de dólares, pero manteniendo diez mil pesos (cien dólares asumiendo para el ejemplo un tipo de cambio de cien pesos por dólar el día uno) se obtienen al tipo de cambio del día 365, solamente cincuenta dólares, difícilmente alguien busque atesorar su dinero en pesos debido a la pérdida de riqueza producida a lo largo del tiempo. La política monetaria y cambiaria que afecta tales rendimientos aquí es fundamental.

En conclusión, la reestructuración de deuda externa era y es necesaria, aunque no condición suficiente para asegurar el crecimiento económico argentino de largo plazo. Llegó el momento de iniciar la tarea de modificar características estructurales y financieras argentinas de manera significativa, para evitar de este modo que con el paso del tiempo retornemos nuevamente a lo mismo: a una demanda de dólares mayor a la oferta y las consiguientes devaluaciones de la moneda y pérdida agregada de riqueza.

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