"Rabia" de Stephen King y la autocensura


En menor y mayor medida todo el mundo sabe quién es Stephen King. "El Maestro del Terror" posee en su bibliografía incontables obras (entre novelas y relatos cortos) que han sido adaptadas más de una vez en la gran pantalla y TV. Podríamos mencionar, así al pasar, algunos de sus trabajos más importantes como “IT”; “El Resplandor” o “La Torre Oscura”, entre muchos otros enormes títulos.

En cada uno, el autor ha jugado con cientos de temáticas,  siendo éxitos rotundos en el 99% de las veces.



Ese 1% restante le corresponde a “Rabia”. Este libro, publicado en 1977, bajo el seudónimo de Richard Bachman (nombre artístico que utilizaba para poder publicar mayor volumen de libros por año), sentó un antes y después para el autor. Económicamente no fue un fracaso pero  sentimentalmente si. Hasta el punto de ser una de las más odiadas por el nacido en Maine.

Por ende también, me atrevería a decir que fue la que más lo marcó ya que su publicación, de una manera aparente, provocó grandes problemas para la sociedad norteamericana. Problemas que dieron lugar a nada más y nada menos que un crecimiento anormal en el índice de masacres escolares.

Para empezar, la sinopsis del famoso libro es la siguiente:

“Charles Decker es un adolescente de 18 años que sufre de esquizofrenia, al que quieren internar en un correccional por agredir a un profesor con una llave inglesa, provocando un grave traumatismo craneal. Pistola en mano, y para que no lo encierren, secuestra a su clase toda una mañana.”



Edición de Plaza y Janés. Descatalogada y altamente cotizada.

El libro en sí es muy bueno ya que juega, mediante una atrapante trama, con conceptos psicológicos, profundidad y realismo que pocos autores lograron en la historia de la literatura. Por lo tanto, se trata de un reflejo de las mencionadas matanzas escolares y los lobos solitarios (perpetradores), la polémica posesión general de armas (en Estados Unidos) y sobre todo la tesis definitiva de un joven Stephen King sobre el Síndrome de Estocolmo (y sus diferentes desarrollos, según el individuo)

Luego de estas impresiones sobre la trama, me veo obligado a retomar el paralelismo del reflejo, ya hay que acudir a un lamentable repaso histórico de los sucesos.



Previamente hay que tener en cuenta que, en los siguientes casos, el común denominador fue el descubrimiento de la novela de Bachman en las taquillas, habitaciones o mochilas de los responsables directos de lo que a continuación voy a contar brevemente:

Abril de 1988. El joven Jeffrey Lyne Cox toma de rehén por horas a 60 alumnos con un rifle semiautomático.

Septiembre de 1989. Dustin L. Pierce, armado, toma de rehén a la clase donde participaba durante nueve horas eternas.

En 1993, un caso con relación directa e irrefutable con “Rabia” fue el de  Scott Pennington, quien escribió un ensayo sobre el libro en cuestión para una tarea escolar. La misma fue aplazada por el profesor. Días después, Pennington asesinó al maestro de un disparo, en venganza de la mala nota recibida.

Diciembre de 1997. Michael Carneal, lleva escopetas a su colegio y dispara a diestra y siniestra contra sus compañeros, asesinando a tres inocentes.

Estos dos últimos puntos fueron los que más afectaron a Stephen King. Lo tocaron de tal manera que, entre 1997 y 1998, decidió “autocensurar” su libro (un proceso editorial y contractual lento), preocupado por la relación directa entre esas aberraciones cometidas y su trabajo.

“El caso de Carneal fue suficiente para mí…” declaró de forma atenuada el autor de “Duma Key”, a quien luego no se lo ha conectado jamás (ni a su libro) con posteriores atentados ocurridos como, por ejemplo, la tristemente célebre Masacre de Columbine de 1999, que se asoció a videojuegos y a Marilyn Manson, excéntrico cantante.



Pasado el tiempo de su auto flagelo, King tiende  a declarar de forma autocrítica y tajante: “Mi libro no quebró a Cox, Pierce o Carneal. Encontraron algo en mi libro que les hablo porque ya estaban rotos. Sin embargo, vi al libro como un acelerador, razón por la cual lo saqué de la venta”. 

Si bien en 1977 los tiroteos escolares no eran un tema de alta preocupación como lo son en la actualidad, el "precedente peligroso" que (lamentablemente) "Rabia" había creado encendieron una alarma en esos años. 

Recomiendo la visión de cintas como “Elephant” (Dir. Gus Van Sant. 2003) y “Tenemos que hablar sobre Kevin” (Dir. Lynne Ramsay. 2012). Este último título está basado en el libro homónimo de Lionel Shriver de 2003. Ambos títulos muestran, de una forma narrativa distinta, este tipo de sucesos y cómo afectan a familias de víctimas y victimarios por igual.

 Año 2007. En la presentación de “Blaze”, sería donde por última vez se escucharía algo sobre “Rabia” por parte del autor. Lo que King comentó sobre el estado autodictado de su libro fue sencillamente: “Rabia está fuera de impresión y es cosa buena...”.  Punzante y tajante consigo mismo el ganador de múltiples premios literarios.


Sobre el autor: 24 años de edad. Oriundo de Buenos Aires. Lo encuentran reseñando cómics como @FestivoC  y @festivo_comics en Twitter e Instagram, respectivamente. Un multimillonario que se viste de murciélago por las noches le cambió la vida...

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