¿Qué pasa con la policía en la Provincia de Buenos Aires?

Ola de secuestros, agentes encontrados in fraganti revisando despachos de funcionarios, lluvia de balas contra un Ministerio, denuncia de Carrió contra el jefe de la fuerza. La Bonaerense le marca la cancha a la gobernadora, que amenaza con una purga masiva. Opinan expertos, ex funcionarios y dirigentes políticos.

Por Javier Cachés y Camilo Unamuno


La gobernadora María Eugenia Vidal afirmó el jueves que investigará al jefe de la Policía Bonaerense, Pablo Bressi, denunciado por Elisa Carrió por tener vínculos con el narcotráfico. El episodio se suma a una sucesión de confusos hechos que revelan la tensión que hay entre el gobierno provincial y su fuerza de seguridad.

Semanas atrás, mientras en el territorio provincial florecían los secuestros, dos policías fueron sorprendidos en el despacho de Vidal revisando su escritorio. Días más tarde, desconocidos ingresaron en el domicilio del ministro de Gobierno, Federico Salvai, y revolvieron sus documentos, sin robar nada. Por último, días atrás fue baleada la puerta principal del Ministerio de Salud provincial, sin tener que lamentar víctimas.

A esta saga de eventos, que de por sí dan margen para las especulaciones, se suma la reciente denuncia de Carrió contra Bressi. Como reacción, trascendió que la gobernadora tenía decidido echar a 200 integrantes de la fuerza por corrupción, aunque por otros hechos. Por el momento, el Ministerio de Seguridad de Cristian Ritondo solo dispuso el retiro de 60 efectivos, y por motivos de salud.

Marcar la cancha

Marcelo Saín, ex titular de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y ex diputado provincial, manifestó que la base del problema es que la Bonaerense “es una gran financiera” y todo delito es una fuente de recaudación. “Lo que está en juego es quien se queda con el delito”, señaló.

En ese sentido, Saín sostuvo que “Vidal no tiene quién le cuente cómo es el problema de la seguridad en la Provincia” y apuntó contra Ritondo: “Él compró el esquema de conducción política que lo vuelve esclavo del esquema de negocios de la policía”.

El alto nivel de autonomía de la policía le ha planteado fuertes desafíos a los gobiernos bonaerenses en las últimas décadas. Algunas autoridades han emprendido reformas severas, pero otros a la larga le han devuelto el poder a la fuerza de seguridad.

La diputada nacional Cecilia Moreau, del Frente Renovador, consideró que la gobernadora “tiene voluntad de reformar” la fuerza, pero debe profundizar ese camino. “Se sacó de encima comisarios terribles, pero tiene que descentralizar la policía e incorporar leyes más duras”.

Para Moreau, los hechos ocurridos en el último tiempo son “dudosos”, pero indicó que “hay cierta tendencia a victimizarse” en lugar de tomar medidas concretas. “Vidal puede llevar adelante una reforma policial, tiene el crédito de todo el arco político”, enfatizó.

Una purga imposible

Según Guido Lorenzino, ex viceministro de Justicia y Seguridad de la Provincia, “el camino a seguir debería contemplar una profunda reforma de la fuerza que permita la descentralización hacia las intendencias que genere mayor control ciudadano, por lo tanto una Policía Bonaerense más comprometida con el territorio”.

Según Lorenzino, los hechos ocurridos en los últimos días son producto de un mal diagnóstico del actual gobierno provincial: “Al ministro le falta un esquema de trabajo, lo vamos a ayudar con eso, desde nuestro espacio nos ofrecemos para conformar una mesa con todas las fuerzas políticas de la provincia”.

Por su parte, el diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires Rodolfo Tailhade (FPV), integrante de la comisión de Seguridad Interior de la Cámara, remarcó que Vidal decidió desentenderse del problema que supone la conducción civil de la policía: “La gobernadora no busca una reforma democratizadora de la policía sino simplemente su ‘contención’”.

En ese sentido, tanto Tailhade como Saín entienden que Ritondo expresa un esquema de conducción política que apunta a “contener” a las fuerzas en lugar de “limpiarlas” y por eso se transforma en parte “del esquema de negocios de la policía”.

Bressi, en el ojo de la tormenta

Saín, que también fue Director de la Escuela Nacional de Inteligencia creada en 2015 por Cristina Kirchner, coincidió en la evaluación que hizo Carrió del jefe de la Bonaerense y sentenció: “Vienen a luchar contra el narcotráfico y ponen a un señor que hizo toda su carrera en el área de narcotráfico, que manejaba todas las delegaciones de lucha contra el tráfico de drogas, en los años en los que este delito más creció”. A su vez, asoció a Bressi con Guillermo González, comisario retirado vinculado a la DEA.

Lorenzino, por su parte, mostró preocupación por la gravedad de la denuncia presentada contra Bressi: “Son gravísimos tanto los hechos ocurridos en la provincia como también lo es la denuncia de Carrió. Bressi debe ser investigado, pero si finalmente no es lo que Carrió dice que es, también sería gravísimo e irresponsable por parte de la dirigente”.

Para Moreau, “las denuncias de carrió terminan siendo inconsistentes y no creíbles”. “Denuncia tanto y se comprueba muy poco. Aunque la denuncia debe ser investigada a fondo”, aclaró, aunque agregó:  “Vidal debe darse cuenta de que la situación no pasa por el jefe de la policía, sino por una verdadera reforma policial”.

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