¿Qué lleva a la estabilidad de las coaliciones de gobierno en Europa?

Un análisis comparativo entre tres monarquías parlamentarias.


La coalición gubernamental en Bélgica está conformada por siete partidos de centro y cuenta con mayoría parlamentaria. En Luxemburgo hay tres partidos de centro y también constan con mayoría a nivel parlamentario. En España existen tres partidos de izquierda en la coalición pero cuentan con una minoría en el Parlamento. Analizaremos cuáles son los factores que llevan a que estos tres casos de coaliciones se mantengan en el poder.

Las coaliciones de gobierno son acuerdos partidarios entre dos o más partidos políticos para formar parte del Poder Ejecutivo y contar con apoyo legislativo en el Congreso. Se reconocen tres tipos de coaliciones: la electoral –para alcanzar la presidencia-; la legislativa –para lograr una mayoría de bancadas parlamentarias-; o de gobierno –para implementar un plan de gobierno-. Analizaremos, en esta instancia, las coaliciones de gobierno (Zelaznik, 2001).

La única forma en que funcionará una coalición de gobierno es mediante la cooperación en la toma de decisiones. Una vez que está garantizado esto, es necesario ver una serie de condiciones: a) si estas son o no moderadas; b) cuál es su distancia ideológica; c) cuántos partidos las integran; d) si cuentan con mayorías parlamentarias; e) si existe o no en el país el mecanismo de voto censura constructivo. Tomaré como marco teórico a Tsebelis y Kreppel (1999); Indriadson y Bowler (2013); Bertholini y Raile (2016); Torres Muro (2017) y Cruz (2015, 2018).

Vamos por pasos. Primero, las coaliciones moderadas, más orientadas hacia el centro del espectro ideológico, suelen ser más exitosas y estables. A mayor distancia ideológica entre los partidos que conforman la coalición, ante la presencia de un clivaje estructural de izquierda-derecha que los divida, será más difícil formar coaliciones o bien, una vez que se encuentren en el gobierno, tomar decisiones.

Segundo, cuántos partidos integran la coalición. A mayor número de partidos podríamos inferir, de manera lógica, que será más difícil ponerse de acuerdo para lograr efectuar una política que llegue lo más posible a una unanimidad. Mientras el número de partidos sea menor, y sus tendencias ideológicas viren hacia la misma dirección, resultará que decidir no cuente con tantos impedimentos al llegar a un acuerdo. Sin embargo, ¿qué pasa cuando el número de partidos es bajo pero su distancia ideológica alta? Este es un caso en el que tomar decisiones también se tornará complicado y, en ocasiones, una traba fundamental en este proceso.

Tercero, la cuestión del apoyo parlamentario. En sistemas políticos con división de poderes, más allá de qué tanto peso tenga el Ejecutivo sobre el Legislativo y viceversa, se necesita de coordinación y cohesión para llevar a cabo políticas públicas y cualquier tipo de decisión a nivel de gobierno. Si el Ejecutivo cuenta con un bajo apoyo parlamentario tendrá obstrucciones para moverse libremente, en ese caso, será necesario ceder ante fuerzas que no opinan lo mismo que él. Caso contrario, con mayor apoyo legislativo más ameno será decidir y llevar adelante lo decidido, el apoyo es crucial para mayor independencia.

Por último, la moción de censura. Esta moción ha sido asociada a la estabilidad o inestabilidad de la/s figura/s que presiden el gobierno. Se une la censura a la investidura, y su objetivo primordial es que la candidatura de quien preside el país prospere. Es constructiva porque busca evitar la inestabilidad a nivel político en caso de que la oposición busque la destitución de la cabeza de la nación. Se ha argumentado que esta moción de censura constructiva es minoritaria, existe en España pero no en otros países como Bélgica, Luxemburgo, Alemania, entre otros. Se le ha criticado que se rompería con los principios del parlamentarismo ya que no se necesitaría de la confianza parlamentaria para mantenerse en el poder, pero, al mismo tiempo, sabemos que en los primeros intentos de gobiernos parlamentarios era el Rey el que se encargaba de elegir al Parlamento, mientras que en los parlamentarismos contemporáneos el parlamento produce y elige al gobierno. En España, a diferencia de los otros dos casos a analizar, la moción de censura constructiva está establecida en el artículo 113 de su Constitución Nacional de 1978. La cámara de diputados puede elegir quitar su confianza al presidente, obligando al gobierno a dimitir. Podríamos admitir a partir de esto que mientras haya moción de censura constructiva en casos de mayorías parlamentarias, mayor será la estabilidad de las fuerzas políticas en el gobierno. Si no hay mayoría, se contribuiría aún más a la inestabilidad.

Pasando en limpio, la hipótesis sería que a menor número de partidos en la coalición, menor distancia ideológica, ideología orientada hacia el centro del espectro, con apoyo parlamentario mayoritario y con la existencia de una moción de censura que avale a quienes presiden el Ejecutivo, las coaliciones serán lo más estables posibles. Sin embargo, es fácil notar que esto es un tipo ideal y muy difícilmente logremos hallar todos estos factores unidos en la realidad europea contemporánea, pero podremos no obstante analizar los tres casos uno por uno para ver qué tan estables son sus coaliciones de gobierno.


Siete partidos y mayoría parlamentaria

Algunos datos a tener en cuenta sobre el caso belga: es una monarquía parlamentaria, su rey es Felipe, su primer ministro Alexander de Croo desde el 1 de octubre de 2020, miembro del Open VLD. No cuenta con moción de censura constructiva en su constitución.

La coalición de gobierno en Bélgica es la más amplia de los tres casos que tomaremos en consideración. Cuenta con un total de siete partidos: el partido socialista (PS); el MR de centrismo liberal; los ecologistas; el CD&V (democracia cristiana de centro-derecha); Open VLD que son los demócratas liberales; el SP socialista; y Groen (verde). Logramos observar que hay una amplia cantidad de partidos que lograron la moderación suficiente para orientarse hacia el centro, dejando afuera a fuerzas de extrema derecha como el Vlams Velang –la segunda fuerza más votada en Flandes, con un 18% de votos-, y N-VA, el partido nacionalista. Entre ambos suman un 40% de votos, lo que los constituye en una oposición consolidada.

Dicha coalición costó en formarse: el último Poder Ejecutivo con mayoría se rompe en diciembre de 2018 con la retirada de N-VA. El país contaba con una profunda fragmentación política y fallaron once negociaciones para lograr un acuerdo político. Cada fuerza que la compone no logró, en las últimas elecciones, lograr más de un 10% de votos, por lo cual unirse los lleva a consolidarse y obtener relevancia en el sistema de partidos.

Podemos observar, respecto de la distancia ideológica, partidos orientados hacia el centro, centro-izquierda y centro-derecha, de los colores políticos más diversos, pero siempre manteniéndose por fuera de los extremos. Por más que sea una coalición amplia, es notable que su escasa distancia ideológica les permitiría en principio tomar decisiones sin mucho impedimento, y a ello se le suma la presencia de una mayoría parlamentaria.

Para finalizar con la explicación, notaremos en Bélgica una coalición muy amplia, estable en principio, pero con imperante necesidad de ceder para tomar decisiones. Cuentan con un amplio apoyo parlamentario, al igual que un sostén formado entre todos estos partidos centristas moderados con escasa distancia ideológica. Su estabilidad se ve minada, entonces, por dos factores: la cantidad de partidos en coalición, y la inexistencia de una moción de censura. Pasemos al siguiente caso.


Tres partidos y mayoría parlamentaria

¿Qué conocemos sobre Luxemburgo? Es una monarquía parlamentaria constitucional, el Gran Duque es Enrique de Luxemburgo, su primer ministro es Xavier Bettel desde el 4 de diciembre de 2013, renueva su mandato en 2018. Pertenece el DP, el Partido Democrático, de tendencias liberales. No tienen moción de censura constructiva.

Es, por lo pronto, el caso más estable que explicaremos. El por qué es el siguiente. Su coalición es pequeña, la conforman tres partidos: primero, el DP liberal, segundo, el LSAP, socialdemocracia, tercero, los verdes. Pertenecen al centro del espectro ideológico, o más bien, centro izquierda. Su distancia ideológica es muy baja, su posición centrista moderada y mayoría absoluta a nivel parlamentario promueven una eficaz toma de decisiones sin grandes impedimentos. Al no tener una moción de censura que promueva la estabilidad no logra conformar un tipo ideal, pero sí es lo que más se asemeja a nuestra hipótesis inicial.


Tres partidos y minoría parlamentaria

España es una monarquía parlamentaria, su rey es Felipe VI, y el presidente en el gobierno es Pedro Sánchez desde el 2 de junio de 2018, perteneciente al PSOE (partido socialdemócrata). Es uno de los pocos países europeos que cuentan con moción de censura constructiva.

El siguiente es un caso bastante inestable. Efectivamente es una coalición chica formada por tres partidos, como Luxemburgo: PSOE, Podemos y la Izquierda Unida, tres partidos orientados hacia la izquierda, salvo el PSOE de centro-izquierda. La distancia ideológica es, a simple vista, baja, no obstante, como dos de sus partidos se encuentran a un extremo del espectro ideológico esto los lleva a una mayor dificultad para coordinar y ponerse de acuerdo.

Hay otro impedimento respecto de maniobrar libremente, y este es que cuentan con una minoría parlamentaria, que lleva en general a los gobiernos a tener que ceder, como por ejemplo, el rechazo del plan presupuestario de 2019. Sí cuentan, según el art. 113 de su Constitución, con una moción de censura constructiva, que contribuiría a la prosperidad del jefe de la presidencia, pero contando con un bajo apoyo legislativo, esto lo hace aún más inestable.


Fin: ¿se corrobora nuestra hipótesis?

Como últimas palabras podemos decir que no existen los tipos ideales, y que la plena estabilidad en términos teóricos no es lo mismo en términos prácticos. Las coaliciones alrededor del mundo se han formado para lograr una mayor fortaleza y sumar los esfuerzos y apoyos individuales a una construcción conjunta. La garantía de estabilidad, efectivamente, no existe, pero sí podemos aproximarnos a ella.

El caso de Luxemburgo ilustra que se logra mayor estabilidad con un bajo número de partidos en coalición, escasa distancia ideológica y moderación, y mayoría parlamentaria. Si bien no hay moción de censura constructiva, que podría ayudar a lograr mayor prosperidad de los liderazgos dado que son un gobierno de mayoría, esto no termina de ser un obstáculo para la coalición.


Sobre la autora 

Fiona Wiefling es estudiante avanzada de Ciencia Política UBA y miembro del CEPI-UBA.  

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