Para que reine en el pueblo el amor y la igualdad

El pasado jueves, tras un debate cargado de discursos emotivos y reflexivos, el Senado convirtió en ley el proyecto que garantiza al colectivo trans un cupo laboral del 1% en empleos públicos y que establece incentivos para la contratación en el sector privado.

A menos de un año del decreto 721/2020 por el cual el presidente Alberto Fernández establecía el Cupo Laboral Travesti Trans en el sector público, la Ley de cupo laboral trans ya es un hecho. El pasado jueves, tras un debate cargado de discursos emotivos y reflexivos, el Senado convirtió en ley el proyecto que garantiza al colectivo trans un cupo laboral del 1% en empleos públicos y que establece incentivos para la contratación en el sector privado.


¿En qué consiste la nueva ley?

A grandes rasgos, esta ley garantiza el acceso al trabajo para la población travesti trans en cualquier modalidad de contratación, hayan o no accedido al cambio registral, y además crea un Registro Único de Aspirantes. Si la persona no terminó sus estudios, podrá acceder igualmente al trabajo, con la condición de finalizarlos.

Otro aspecto importante de esta nueva ley es que los antecedentes penales y contravencionales que resulten irrelevantes para el cargo a ocupar no podrán ser un obstáculo para acceder al mismo.

Por otro lado, en lo que respecta a los incentivos para el sector privado, el Estado deberá priorizar, en las compras de insumos y provisiones, a empresas que contraten personas trans. Asimismo, las contribuciones patronales a pagar por la contratación de estas personas podrán tomarse como pago a cuenta de impuestos nacionales durante un año. Para las PyMES, el beneficio será por dos años. También se otorgarán líneas de crédito preferenciales para emprendimientos trans y se invitarán a adherir a las provincias, CABA y universidades.


A la vanguardia en materia de derechos

Si bien es una lucha muy larga y todavía queda mucho por avanzar, como versaba la expresidenta y actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en su cuenta de Twitter este jueves, celebrando la aprobación de la ley, cabe destacar que la Argentina es considerada como uno de los países con una de las normativas vigentes más amplias y avanzadas del mundo en materia de derechos de personas LGBTIQ+.

La aprobación de esta nueva ley se suma a otros hitos en materia de derechos de personas LGBTIQ+ con los que la Argentina cuenta en su haber, como la histórica aprobación de la Ley de Matrimonio Igualitario (Ley 26.618) en el año 2010, siendo el primer país de Latinoamérica y décimo en el mundo en permitir el casamiento entre personas del mismo sexo; y la Ley de Identidad de Género (Ley 26.743) del año 2012, única ley en el mundo en reconocer el derecho a la identidad de una persona trans sin requisitos médicos ni psiquiátricos.

Otros avances en este sentido tienen que ver con la Ley 26.791 contra los crímenes de odio, aprobada en el año 2012, que modifica el Código Penal añadiendo la pena de prisión perpetua a delitos de odio motivados por la “orientación sexual y la identidad de género o su expresión”; la Ley de Reproducción Médicamente Asistida (Ley 28.862), aprobada y promulgada en el año 2013, que regula las diversas y variadas posibilidades de fecundación, incluyendo a mujeres solteras y familias homoparentales; la prohibición de la discriminación basada en la orientación o preferencia sexual en los ámbitos de la Administración Pública Nacional a partir del Decreto 214/2006; y por último, el fin a la restricción para donar sangre de las personas homosexuales mediante la modificación de la Resolución N° 865/2006 en el año 2015, reglamentaria de la Ley N° 22.990, que contenía un cuestionario de donación de sangre con una exclusión discriminatoria de las personas LGBTI.

Estas normativas, ya sea a través de leyes, decretos o bien a través de cambios en los Códigos, significan un avance en concreto en la búsqueda de la igualdad, con el fin de apuntalar el cambio cultural necesario para lograr un mayor respeto a la diversidad. A su vez, denotan un acercamiento lento pero gradual por parte del Estado y nuestro sistema jurídico en particular a dar respuesta a las diferentes luchas sociales de colectivos que hace muchísimos años vienen padeciendo situaciones de discriminación, violencia y exclusión. Por lo cual un nuevo derecho, es una nueva conquista.

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