Para ganar en el ballotage, Piñera depende de un candidato pinochetista

Es José Antonio Kast, que alcanzó el 8% de los votos en las elecciones presidenciales del domingo en Chile. “Si estuviera vivo, Pinochet votaría por mí”, indicó este dirigente de extrema derecha.

Para vencer en la segunda vuelta electoral en Chile, Sebastián Piñera depende de un personaje incómodo: José Antonio Kast, el candidato de extrema derecha que el último domingo sorprendió a todos y alcanzó el 8% de los votos. Con un discurso xenófobo, anti-abortista y de abierto apoyo a la última dictadura militar, este diputado recibió el apoyo de 520.000 chilenos. “Si estuviera vivo, Pinochet votaría por mí”, indicó la semana previa a los comicios.

Padre de nueve hijos, Kast representa los valores más conservadores de la sociedad. Integró el partido Unión Demócrata Independiente (UDI), una de las fuerzas más importantes de la actual coalición de Piñera, pero se marchó porque no quería ir a primarias con otros candidatos de derecha.

Cuando se conocieron los resultados, Kast se alineó con el candidato de Vamos Chile. “Necesitamos sacar a la izquierda ideológica del Gobierno. Es hoy la prioridad número uno”, subrayó en conferencia de prensa.

 Su campaña tuvo fuerte repercusión mediática por la intransigencia de sus posicionamientos. Propuso cerrar las fronteras con Bolivia y terminar con “la inmigración ilegal”; prometió indultar a todos los detenidos por violaciones de derechos humanos; y alentó un discurso de mano dura contra la delincuencia. “Que los ladrones no se metan conmigo. Si entran a mi casa, voy a disparar”, advirtió.

Kast reivindica sin mayores complejos la última dictadura militar. “Con Pinochet nos habríamos tomado un tecito en La Moneda” [N.d.R.: sede del Palacio de Gobierno]. Considera, además, que “separando todo el tema de los derechos humano, el Gobierno de Pinochet para el desarrollo del país fue mejor que el de Sebastián Piñera”.

El propio Piñera está en un verdadero dilema de cara al ballotage del 17 de diciembre. Si se “derechiza” para seducir a los seguidores de Kast puede dejar de interpelar a electores moderados; si se modera para acumular desde “el centro” ideológico, puede perder a los extremistas. En menos de un mes se conocerá el desenlace en un país en donde el mapa político se alteró sustancialmente.

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