Pandemia y sexualidad femenina y masculina

OPINIÓN. Las situaciones de estrés, sobre todo cuando el factor que lo motiva sigue presente, conlleva cambios en el estado de ánimo, ansiedad, vivencia de vacío, depresión, además de afectar las funciones sexuales.

Las situaciones de estrés, sobre todo cuando el factor que lo motiva sigue presente, conlleva cambios en el estado de ánimo, ansiedad, vivencia de vacío, depresión, además de afectar las funciones sexuales. Recién ahora están apareciendo algunos artículos que muestran los efectos de la pandemia sobre las funciones sexuales.


Pandemia y sexualidad femenina

Un estudio realizado en Italia sobre una muestra de mujeres en edad fértil, publicado en julio de 2020 en el Journal of Sexual Medicine, revela que psicológicamente el estrés puede interferir con la actividad sexual, tanto a nivel emocional como cognitivo, ya que el miedo impide focalizar la atención en el desarrollo del encuentro erótico y en las sensaciones que se despiertan. Esta distracción inconsciente aumenta el umbral para la excitación, necesitando estímulos mayores y sostenidos para conseguirla. Las mujeres consultadas reconocen sentirse más estresadas, con miedo al contagio y superadas por el cambio en la vida diaria.

Siguiendo con los resultados del estudio italiano, las mujeres que tuvieron cuatro o más relaciones en un mes bajaron un 58,4% la frecuencia. En situaciones de alto estrés las mujeres que están solas son las que más sufren las consecuencias emocionales y sexuales, sin embargo este estudio revela que las mujeres que conviven con sus parejas en esta etapa de confinamiento lo sufren de manera semejante. Además esta merma en la actividad sexual agrega más motivos de preocupación que no siempre encuentran un espacio de contención y escucha, por lo cual, muchas lo ocultan a sus parejas. El pánico al contagio, salir a trabajar (un 30% informó que trabajaba o sus parejas salían a trabajar), la ansiedad, la depresión, actuaban como factores negativos. Un 67% de mujeres informó un aumento del estilo de vida sedentario y falta de cuidado personal. Otro dato interesante para destacar son las diferencias a nivel educativo de las mujeres intervinientes en el estudio: las universitarias con trabajo fuera o dentro de la casa mostraron un mayor índice de afectación del deseo, la excitación sexual y la calidad de vida; por lo cual se supone que el acceso a mayor información, cumplir con protocolos estrictos, miedo a perder status laboral, se convertían en las principales causas. Otro de los estresores que influyen y mucho, es la presencia de hijos en diferentes edades, sobre los más pequeños que merecen atención, cercanía afectiva y motivación para que cumplan con las actividades escolares.


Pandemia y sexualidad masculina

Como decía anteriormente, recién ahora están apareciendo trabajos científicos sobre los efectos de la pandemia en la sexualidad. Un estudio británico publicado en julio de este año sobre una muestra de más de 800 personas, hombres y mujeres en edad reproductiva, informa que un 60% no ha estado sexualmente activo y solo un 39,8% ha tenido sexo por lo menos una vez por semana; sin embargo, los varones jóvenes, con muchos días de aislamiento y consumo de alcohol tenían más sexo que la muestra de varones con características opuestas (adultos de mediana edad o maduros, solteros y abstemios). La explicación del aumento de la actividad sexual no respondería a una sexualidad asociada al deseo, con una finalidad placentera, motivada por un bajo nivel de estrés, por el contrario, podría deberse a la ansiedad, al efecto inmediato de la descarga sexual para bajar el estrés, el aburrimiento, todo lo que además puede llevar a aumentar el consumo de alcohol.   

 

Sobre el autor: Walter Ghedin es psiquiatra y sexólogo.

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