Pandemia y pesada herencia macrista: las crisis que enfrenta la Argentina

La crítica situación económica que atraviesa el país es el resultado de dos crisis superpuestas, explica el informe confeccionado por el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (FLACSO).

Dos crisis superpuestas, una provocada por el modelo económico macrista y la otra originada por la pandemia del coronavirus, dejaron a la Argentina sumida en un profundo deterioro económico y social. Frente a ese panorama, el gobierno de Alberto Fernández dispuso una batería de medidas, que en conjunto representan más de 5 puntos del PBI, para amortiguar los efectos adversos de la situación. Además, la profunda recesión mundial, aceleró las contradicciones internas en la alianza del gobierno del Frente de Todos, que no solo está constituida por la parte mayoritaria de la clase trabajadora y los sectores populares sino también por los grupos económicos locales.

Estas son algunas de las principales conclusiones del último informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA), que depende de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), en el que también se analiza en detalle el conjunto de sectores perjudicados por la pandemia.

EPD hace un repaso con los puntos salientes del Informe, y suma el testimonio del economista Andrés Asiain para analizar las perspectivas económicas de la Argentina y lo que viene en el mundo post-pandemia.  


La pesada herencia, más la pandemia

La crítica situación económica y social actual por la que transita la Argentina, según CIFRA, “es el resultado de dos crisis superpuestas de notable envergadura. La primera de ellas provocada por la modalidad que asumió el retorno de la valorización financiera durante el gobierno de Cambiemos (donde el PBI cayó el 4%) y la otra vinculada al profundo impacto de la pandemia actual que reconoce un piso de reducción del PBI de no menos del 6/7%".

En el informe se da cuenta del contexto en el cual sucede la pandemia en la Argentina, signado “por una profunda crisis económica –tres de los últimos cuatro años fueron recesivos, profundizándose la contracción a partir de 2018-”, y resalta: “la caída del nivel de actividad es prácticamente sistemática desde mayo de 2018: de los últimos 23 meses, en 21 se registraron caídas”.

Del mismo modo, se enfatiza en las consecuencias sociales de este deterioro económico: el nivel de pobreza se ubicó en 35,5% de las personas en 2019, cuando en 2015 alcanzaba el 29,3%, y la tasa de desempleo pasó del 6,5% al 9,8% en el mismo período.

CIFRA subraya, además, las secuelas del Aislamiento Preventivo Social y Obligatorio (APSO). Los datos del INDEC, se resalta en el informe, son en su mayoría de marzo, afectado solo parcialmente por la cuarentena iniciada en la Argentina el 20 de marzo de ese mes. Sin embargo, señalan los investigadores del documento, el Estimador Mensual de Actividad Económica de marzo registró un nivel de contracción del 11,5% interanual, y los recientes datos difundidos por el INDEC muestran que, como era de esperar, la industria y la construcción profundizaron el descenso en abril (33,5% y 75,6% respectivamente, casi duplicando las contracciones de marzo)”.

Asimismo, la crisis provocada por el APSO en el sector empresarial, se da en todos sus niveles, pero los más perjudicados son los empresarios de "menores dimensiones" y los sectores populares. Por sectores, en tanto, los más castigados y con mayores pérdidas, respecto del mes de marzo del año anterior, son la industria textil (con una caída del -35,4%), la automotriz (-34,0%), minerales no metálicos y metálicas básicas (-32,9%) y productos de metal, maquinaria y equipo (-29,7%).

Pero la crisis no golpeó a todos por igual. Hay sectores que incluso se vieron favorecidos, como por ejemplo la industria agroquímica y de materias primas plásticas, que crecieron en marzo, y la producción farmacéutica, que estuvo prácticamente estable respecto a marzo de 2019.

Por otra parte, la crisis no es una excepcionalidad argentina. Según CIFRA, “el avance global de la pandemia está generando un colapso en la economía mundial de magnitudes solo comparables con la de la gran depresión de los años treinta, con la particularidad de que se trata de una recesión que afecta a todas las economías del mundo en simultáneo”.


Políticas anti-crisis

Otra parte importante del informe es la dedicada a analizar el rol del Estado para amortiguar las consecuencias de la crisis. Las medidas implementadas fueron clasificadas en dos etapas. Las de “primera generación”, que representaron un 1,7 por ciento del PBI, estuvieron dedicadas a recomponer los ingresos de los/as jubilados/as y beneficiarios/as de la AUH y AUE a través de un bono. También se destacan, en este combo, el Programa Alimenta, la obligación de pagar doble indemnización en caso de despido por 180 días; el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), y el congelamiento de las tarifas de servicios públicos, entre otros.

Este primer paquete de medidas no fue suficiente, según CIFRA. Por ello se desplegaron medidas de “segunda generación”, que alcanzaron el 4,7 por ciento del PBI, destinadas a sostener el ingreso de los/as trabajadores/as informales y formales e intentar impedir el cierre de empresas, especialmente aquellas con menor capacidad de margen financiero como las Pymes, Cooperativas y Empresas recuperadas.

En este marco, y en relación a la financiación de tales medidas, el documento señala un contexto signado por fuertes restricciones presupuestarias, sin acceso al crédito internacional y en pleno proceso de reestructuración de la deuda, por lo que el gobierno financió las medidas económicas y sanitarias a través de la expansión de la base monetaria en poder del público.

Asiain entiende que “la emisión monetaria no está generando inflación, por el contrario, se ha dado una baja en el nivel general de la inflación, en el marco de la cuarentena, producto de la reducción del consumo en esencial y las regulaciones de precios de los productos esenciales”. Y agrega: “donde sí hay presiones que pueden hacer alimentar una emisión monetaria es sobre el dólar paralelo, dado que los sectores que mantienen ingresos que redujeron sus consumos esenciales, más grupo de empresarios que mantienen ingresos y hoy no invierten, incluso la producción de muchos bienes, máquinas, etcétera que con la crisis nadie invierte, incluso la inversión inmobiliaria está parada, muchos de esos sectores canalizan el excedente al dólar y se dan presiones cambiarias, por eso creemos que es el punto más peligroso del impacto del excedente económico sostenido hoy día por el gasto público y financiado mediante emisión monetaria”.  

El economista considera, en cuestión, la importancia de llevar a cabo “una política más clara de intervención en el mercado cambio paralelo donde el Banco Central fije un objetivo de dólar paralelo, intervenga directamente comprando y vendiendo bonos que es donde se fija ese precio para mantener la brecha en línea”, y también propone que se implementen “medidas innovadoras para generar instrumentos de ahorro en moneda nacional, proponemos una moneda indexada que circule, una especie de dólar criollo pero con circulación que facilite que los bancos armen depósito en esta moneda y también que la economía informal pueda manejarse con ella”.

Por otro lado, CIFRA subraya que la expansión de la base monetaria tiene límites y se refiere a la iniciativa del Frente de Todos, para "implementar un gravamen extraordinario a quienes tienen mayor capacidad contributiva como punto de partida de diversos cambios impositivos necesarios para fortalecer los recursos estatales. Se trata de 12.000 personas (el 0,2% de los contribuyentes de bienes personales) con un patrimonio superior a 3 millones de dólares del total de bienes personales declarados".

Respecto del impuesto a la riqueza propuesto por un sector del gobierno, Aisain señala que “si bien contribuye porque reduce el déficit, como mucho podría llegar a 0,8 puntos del PBI esa recaudación y algunas estimaciones de déficit hablan de 20 puntos del PBI, en ese sentido contribuiría pero no solucionaría el problema”.


La frustrada salida exportadora

Un último punto a destacar del Informe es cuando analiza el fallido plan del gobierno de Alberto Fernández por incrementar los saldos exportables. Al asumir, el objetivo de buscar una “salida exportadora” para encarar la reactivación de la economía fue interrumpida por la llegada de la pandemia: “A fines de abril el índice sintético de precios de las principales materias primas que exporta la Argentina se había reducido un 17,6% respecto al nivel vigente a comienzos de año. En esta evolución ha tenido un peso determinante lo ocurrido con los precios de los productos agropecuarios (soja, maíz y carne principalmente), los cuales se redujeron un 15,5% en ese período. En ese mismo lapso los precios del petróleo se redujeron casi 70%”.

Esta complicada situación económica internacional y la imposibilidad de aumentar las exportaciones, según CIFRA, tuvo consecuencias importantes en el frente interno, en materia política y social. “La profunda recesión mundial, sobre cuya profundidad y extensión sólo caben conjeturas, aceleró las contradicciones internas en la alianza del gobierno del Frente de Todos, que no solo está constituida por la parte mayoritaria de la clase trabajadora y los sectores populares sino también por los grupos económicos locales”. Y remata: “La salida exportadora que expresaba la fracción de los grupos económicos a la crisis que generó la valorización financiera del gobierno de Cambiemos parece haber quedado trunca ante la estrepitosa caída del comercio mundial y de los precios de exportación”.








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