No es una guerra sino un genocidio planificado

OPINIÓN. El pasado 15 de mayo se cumplieron 73 años de la fundación del Estado de Israel en 1948 y del inicio del Nakba, palabra con la cual los palestinos identifican la catástrofe que para su pueblo comenzó ese día.

El pasado 15 de mayo se cumplieron 73 años de la fundación del Estado de Israel en 1948 y del inicio del Nakba, palabra con la cual los palestinos identifican la catástrofe que para su pueblo comenzó ese día.

En realidad, la historia se había iniciado mucho antes. Cuando despuntaba el siglo XX distintas personalidades judías sionistas presionaban a varios gobiernos europeos reclamando un territorio para fundar el Estado de Israel. Luego de barajar varias opciones, entre las cuales estuvo la Patagonia Argentina, y una zona en el este de África, se optó por el territorio palestino. Esta influencia de poderosos financistas internacionales toma cuerpo el 2 de noviembre de 1917 cuando el entonces Ministro de Relaciones Exteriores Británico Arthur Balfour le envía una carta a su amigo judío sionista y poderoso banquero británico, Lionel Walter Rothschild expresándole la decisión de la Corona de apoyar la creación de un estado judío en Palestina, en un tramo de la misiva manifestaba: “El gobierno de su Majestad ve favorablemente el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío y usará sus mejores esfuerzos para facilitar el logro de este objetivo”.

Por supuesto que la opinión del pueblo que sufriría la invasión no contaba en los cálculos de su “Majestad”, que presidía el imperio dominante de la época.

Esta decisión se termina de conformar en un contexto enmarcado por el acuerdo Sikes Pìcot (Ministros de Relaciones exteriores de Gran Bretaña y Francia, respectivamente) donde ambos países se repartieron el control del Medio Oriente y la decisión de la Sociedades de Naciones, posteriormente Organización de Naciones Unidas, que le otorga a Gran Bretaña la administración de varios territorios en la región, entre ellos Palestina. La política expansionista del Estado de Israel fue explicita a partir de 1948. Según la resolución de NU, donde se decretaba la creación del nuevo Estado, prácticamente el territorio palestino se dividía en partes iguales, tanto para Israel como para Palestina. Pero ya en 1967 después de la guerra de los seis días Israel ocupaba el 78 % del territorio, arrinconando a los palestinos hacia lo que hoy es la Franja de Gaza, el este de Jerusalén y el sector de Cisjordania, dividiendo, persiguiendo y aislando al pueblo palestino. La situación no se estabilizo en esas posiciones ya que los distintos gobiernos judíos fueron desarrollando una política expansionista avanzando hacia los territorios ocupados por palestinos. El mecanismo tiene varios métodos. En general van creando las condiciones para hacer imposible la vida de los palestinos y cada tanto se los desaloja de sus casas por la fuerza trayendo “colonos” desde otros países, preferentemente de EEUU y Europa los cuales se instalan en esas propiedades. A partir de ese momento las experimentadas y mejor pertrechadas fuerzas de seguridad israelíes les brindan protección. De esta manera a los palestinos los van expulsando de su territorio, principalmente hacia Jordania. Este operativo se repitió durante los 73 años, no sin resistencia del pueblo palestino.

De esta forma los árabes que viven en territorio ocupado por Israel son segregados y sufren un oprobioso Apartheid. En los primeros días de mayo de este año, en pleno Ramadán, principal celebración en el calendario musulmán, nuevos colonos expulsaron a palestinos de los barrios de Shekh Jarrah y Silwan amparados en dos leyes que permiten el reclamo a los israelíes de tierras que pertenecieron a sus ancestros. Simultáneamente fuerzas militares israelíes desalojaban y prohibían la entrada a las mezquitas. Toda una gran provocación. Quizás Netanyahu, que ya lleva dos años y cuatro elecciones seguidas sin poder formar gobierno con tres juicios a cuestas por corrupción que amenazan con llevarlo a la cárcel jugó esta carta buscando la reacción de Hamas, culpándolo de agresión, y así tener un motivo para desatar el brutal genocidio y distraer la atención de la opinión pública local. Esta aventura militar, así como la que lleva adelante el reino saudí en Yemen, o en su momento la destrucción de Libia y Siria, cuentan con el apoyo incondicional de los gobiernos estadounidenses, ya sean Demócratas o Republicanos. Hace pocas horas el presidente Biden hizo declaraciones a favor del derecho de Israel a “defenderse”. Además, en el Consejo de Seguridad de NU, que está formado por cinco miembros permanentes y 10 rotativos, este mes presidido por China, convoco a una nueva reunión urgente para llamar a un alto el fuego y restablecer el dialogo, como era de esperar, el flamante presidente estadounidense se opuso por tercera vez, mostrando así la coherencia de una política criminal del imperio.

Pocas veces hubo en la historia un enfrentamiento tan asimétrico, mientras Israel cuenta con las fuerzas armadas más poderosas de la región, inclusive con armas nucleares, los palestinos de Hamas responden con cohetes de fabricación casera de la Franja de Gaza, la mayoría de los cuales son interceptados por el escudo misilìstico israelí denominado “Cúpula de hierro”, evitando daños mayores. Los grandes medios de “incomunicación” internacionales confunden intencionalmente difundiendo falsedades. Dicen que tanto las fuerzas israelíes como palestinas arrojan misiles. Es importante destacar que Israel posee misiles, armas sumamente poderosas las cuales se las puede dirigir a un blanco preciso provocando un daño enorme, como por ejemplo a la base de un edificio, mientras los palestinos cuentan con cohetes, un arma mucho más rudimentaria cuyo destino es siempre incierto ya que no está provisto de la tecnología moderna.

Los dirigentes ultraderechistas israelís están desarrollando una política de exterminio similar a la que sufrió el pueblo judío a manos del nazismo. Lo intolerable es el enorme sufrimiento de un pueblo indefenso, y lo preocupante es que las políticas ultranacionalistas y nazis del Estado terrorista de Israel han logrado convencer a una parte importante del pueblo judío de que la única manera de sobrevivencia de su Estado es llevando esta política expansionista. Esto ha sido corroborado por una encuesta realizada, en ámbitos tan variados como la cultura, la política y la ciencia, por el vespertino Maariv de Tel Aviv en 1987, la pregunta era sencilla: ¿Quién es o fue la personalidad israelí más influyente en el país? La respuesta fue sorprendente, una altísima mayoría destaco a Moshe Lewinger, primer “colono” en asentarse en las tierras robadas a los palestinos en 1948 (1).[i] Asimismo, todo esto es posible por la complicidad de una parte importante de los países occidentales que prefieren mirar para otro lado para no molestar a un indiscutible poder económico y financiero global. Y cuando algún gobierno, como por ejemplo el de Alberto Fernández, a través de la cancillería, manifiesta una lógica preocupación por los acontecimientos, se desata una andada de críticas como si se estuviera falseando la verdad. La hipocresía de algunos, el temor de otros, la complicidad de varios y los intereses económicos y geopolíticos les dan cobertura a los abanderados del nazi fascismo del siglo XXI 

 

Las consecuencias de la política guerrerista israelí son varias, por un lado, el exterminio de un pueblo milenario, pero además provoca una reacción en los países árabes y la comunidad musulmana que puede llevar a una guerra religiosa regional devastadora.



Claves del conflicto

  • La creación del Estado de Israel fue una decisión tomada por los líderes de la comunidad sionista judía y la Corona Británica a espaldas del pueblo palestino. Política recurrente del imperio británico para mantener su influencia en distintas áreas como lo hizo en 1947 cuando se retiró de India, pero dejo dos nuevos Estados como Pakistán y Bangladesh que antes formaban parte del territorio indio.
  • En 1948 las NU resolvió asignar un 54 % del territorio palestino para que Israel creara su Estado, el 46 % quedaba bajo administración palestina. Hoy Israel controla más del 90 %.
  • La política expansionista de Israel comienza el día 15 de mayo de 1948, el día de su fundación.
  • Israel estuvo atrás de la creación de Hesbolath en el Líbano en 1982 y de Hamas en la Franja de Gaza en 1987. Al Fatah, partido fundado por Yaser Arafat hoy es liderado por Mahamud Abbas que a su vez es presidente de la Autoridad Palestina. El objetivo de Israel es dividir a los palestinos y tener la excusa del enemigo externo para manipular su propia opinión pública. Hoy al Fatah gobierna Cisjordania y Hamas La franja de Gaza. Hasta ahora las dos expresiones musulmanas siguen distanciadas.
  • La Franja de Gaza es un territorio de 385 km2, arrinconado contra el mar Mediterráneo, donde viven hacinados 1,5 millones de palestinos sufriendo permanentemente cortes de energía eléctrica, agua, etc., por decisión de las autoridades israelís.
  • Uno de los pocos políticos israelíes que creyó en una convivencia pacífica fue Itzjak Rabin el cual firmo el acuerdo de paz con Yasser Arafath en Oslo en 1993, ambos fueron asesinados, el primero en un atentado y el segundo envenenado.
  • La vida de los palestinos en la parte este de Jerusalén es cada día más difícil. Justamente en la zona este de Jerusalén se encuentra la mezquita Al Aqsa la cual fue atacada por la policía israelí el viernes 7 de mayo de este año, cuarto viernes del Ramadán, el día más importante de la mayor celebración del Islán.
  • Israel construyo un muro de cemento, en gran parte de su recorrido, de 800 km de largo que separa la ciudad de Jerusalén de Cisjordania.
  • A pesar de los esfuerzos del gobierno israelí por expulsar a los palestinos de Jerusalén estos hoy son el 40 % de la población cuando en 1967 llegaban al 25 %. Esto desespera a la dirigencia ultraderechista liderada por Netanyahu.
  •  EEUU se negó tres veces en los últimos días a hacer un llamamiento, en el Consejo de Seguridad de NU, para detener la violencia y declarar un alto el fuego, fue el único país que se opuso de los 15 reunidos. Todas las administraciones estadounidenses desde 1948 mantienen una alianza estratégica con el Estado terrorista de Israel. En este acuerdo influencian el lobby israelí en EEUU y los intereses imperiales en la región.
  • Israel lleva instalado 650 mil colonos en Cisjordania y el este de Jerusalén.
  • La salida de los dos estados parece empantanada definitivamente. En realidad, existe un Estado binacional que funciona en los hechos, pero con ciudadanos de distinta categoría.
  • En los territorios del Estado de Israel conviven: judíos, árabes israelís (palestinos por herencia e israelís por ciudadanía, hoy son el 20 % de la población de Israel, 1,9 millones), cristianos y palestinos.
  • Las nuevas generaciones de palestinos siguen luchando para que se reconozcan sus derechos civiles y políticos y por el fin del Apartheid que sufren.
  • Biden acaba de plantear a Netanyahu que espera una rápida desescalada del conflicto. El presidente está contemplando su frente interno donde el ala progresista del Partido Demócrata está presionando intensamente manifestando no acompañar las políticas tradicionales de Washington como aliado incondicional de Tel Aviv. ¿algo está cambiando en la sociedad estadounidense?
  • La supuesta gran democracia israelí es en realidad es una réplica del deshumanizado régimen del Apartheid sudafricano.

El conflicto palestino israelí es una triste y dolorosa fotografía de las últimas escenas de un Capitalismo decadente que no ofrece ninguna solución a los problemas acuciantes que enfrenta la humanidad. Es imprescindible avanzar hacia un mundo multipolar con una democracia participativa donde se respete verdaderamente la voluntad popular y los pueblos puedan vivir en comunidad en un mismo territorio, aún con diferentes creencias religiosas, como sucedía en la misma Palestina antes de 1948.

La tragedia descripta tiene fuertes implicancias regionales geopolíticas donde varios actores especulan con sacar redito de este agravamiento de la situación. Una de las consecuencias inmediatas puede ser el debilitamiento de los acercamientos de algunas monarquías árabes con Israel, impulsado en su momento por el gobierno de Donald Trump bajo el paraguas del Acuerdo de Abrahán, lo que modificaría el equilibrio geopolítico en la zona.

El repudio internacional crece ante esta reiterada masacre. En el nuevo mundo que proponen las nuevas generaciones no hay cabida para gobiernos como el de Netanyahu.


Sobre el autor

Rubén Darío Guzzetti. IADEG-IDEAL-CEFMA.


Referencias

[i] (1) Dato tomado de la nota “Israel Intoxicado” de Jacobo Timerman, publicado por el diario el País de España, en su edición del 7 de septiembre de 1987.


 


 

Diarios Argentinos