Messi: "Sueño con jugar la final y poder levantar la Copa del Mundo"

El futbolista argentino reveló sus ilusiones de cara a un nuevo mundial y habló de la frustración por la final perdida en 2014. Además, reveló cuál es su mayor preocupación ante un posible regreso a la Argentina.

A 87 días del inicio del Mundial de Rusia 2018, Lionel Messi tiene por delante las definiciones de la Champions League, la Liga Española y la Copa del Rey con el Barcelona, pero no puede ocultar las expectativas que le genera la Copa del Mundo. En una entrevista con Luis Majul, el astro argentino habló de la frustración de la final perdida y contó que sueña con levantar el trofeo en julio. 


"Noto las ganas de la gente de que seamos campeones y de que a mí se me dé. Pero intento vivir el día a día y no quemar etapas. Me mantengo al margen de lo que se dice del mundial y de todo lo deportivo", aclaró el futbolista argentino en el comienzo del diálogo con el programa La Cornisa, aunque no pudo evitar hablar de lo que genera la previa de un nuevo Mundial. 

"Sueño con jugar la final y poder levantar la Copa. Cada vez que llega un Mundial, se hace más fuerte. Por eso el llanto de 2014. Sabemos lo difícil que es ganar una Copa del Mundo, y quedar tan cerca es muy doloroso. Estuvimos muy cerca de conseguir ese sueño", dijo Leo, en referencia a la derrota frente Alemania en Brasil, en tiempo de descuento. 

"No es fácil. Ganar un mundial no pasa siempre. Podés llegar a hacer todo bien y así y todo no conseguirlo, como nos pasó a nosotros en el 2014, que creo que hicimos prácticamente todo bien y por detalles no se nos dio. Pero que vamos con muchas ilusiones, muchas ganas de poder conseguir y llevar la Copa para Argentina. Dios quiera que nos ayude y así sea", añadió el rosarino. 

Por eso, tras las siguientes finales perdidas en la Copa América de Chile en 2015 y de Estados Unidos en 2016, Messi sabe que pesa sobre el plantel una presión extra: "Es un poco lo que sentimos toda esta camada que viene jugando el último tiempo ─explicó─ .Es un poco también lo que nos hizo sentir la gente, ¿no? Parece ser que haber llegado a tres finales no sirve de nada".

La vida con su esposa y la llegada de sus tres hijos

Como ha revelado en otras ocasiones, el jugador de 30 años contó que la llegada de sus hijos Thiago (6), Mateo (3) y Ciro (apenas dos semanas) cambió su forma de vivir y sentir el fútbol.  "La llegada de mi primer hijo me hizo abrir la cabeza. Me tomo las cosas de otra manera. Hay cosas mucho más importantes que un resultado. Al final es un juego en donde todos queremos ganar y ser campeones. El fútbol está lleno de sorpresas y no siempre gana el mejor. Aprendí a convivir con que no siempre se puede ganar", explicó. 

"Es lo que más te hace olvidar de todo y de mantenerte al margen, no solo de lo que se dice del Mundial, sino de todo en general, de lo deportivo. Estar con mis hijos, con mi mujer, con mi familia, hace que todo lo demás sea secundario. Hay cosas mucho más importantes que un resultado", expresó el jugador, casado con la bella Antonella Roccuzzo. 

El futuro y la preocupación por la inseguridad en la Argentina

"El día de mañana pienso en volver a Rosario y poder disfrutar de mi ciudad como no lo hice cuando era chico, porque me tocó venir acá. Pero me preocupa el tema de la inseguridad. Te matan por una bicicleta. Hay robos en todos lados, ya ni podes salir a caminar porque tenés que estar pendiente de que te puede pasar algo".

"Robos hay en todos lados, pero no poder salir a caminar porque estás perseguido porque te pueden robar o hacerte algo malo es una locura. Sé que hay muchos más problemas en la Argentina, pero creo que esos es lo primordial, poder vivir con tranquilidad, poder disfrutar de salir a pasear"

Su modo de jugar 

"Yo sé cuándo juego bien o cuándo juego mal. No pasa por los goles, sino por el estar bien dentro de la cancha, el tener participación, el de tocar muchas pelotas, el de decidir bien, el de no perder pelota. A veces, he hecho goles y he tenido partidos malos".

"Por ahí, antes agarraba la pelota y hacía mi jugada o intentaba hacer mi jugada. Hoy intento hacer jugar más al equipo, que pase la pelota más por mí y no ser tan definidor, tan 'egoísta'; buscar siempre cerca del área una mejor opción, tirarme un poco más atrás y, desde ahí, intentar manejar el juego, intento mover más el equipo desde otra posición, de otro lugar".

El tratamiento de pequeño que le ayudó a crecer

"Empecé con el tratamiento de hormonas en las piernas una vez por noche. Iba cambiando, primero una pierna y después la otra. Empecé con doce años, once. Y no me impresionaba. Al principio, me la ponía mi mamá, me la ponía mi papá, de noche. Hasta que aprendí y fui haciéndolo solo. La verdad que era una agujita muy chiquita, era tipo una lapicera donde tiene una agujita chiquita, te metías y le cargabas la cantidad que tenía que pincharme y no, no me dolía, y ya era algo rutinario que tenía que hacer y lo hacía con normalidad".

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