Medidas y concepciones que dan forma al plan económico del Gobierno

Por: Arnaldo Ludueña

En las primeras dos semanas de gestión del gobierno nacional se establecieron medidas de coyuntura, pero enmarcadas en una concepción de la economía distinta a la del gobierno de cambiemos. Esto tiene que ver, según las declaraciones del presidente y de sus ministros, con que el plan económico tiene dos pilares fundamentales (entre otros): mejorar del poder adquisitivo de los habitantes y fomentar la producción nacional. Quizás la medida más disruptiva para llevar a cabo tal empresa sea suspender pagos de deuda para fortalecer y solidificar el tamaño de la economía. De esta manera, afrontar las responsabilidades de duda pública de manera solvente. Sin embargo, para que no caiga en saco roto esta decisión fue necesario crear ciertas condiciones legales e institucionales.

Una de las primeras maniobras para llevar a cabo el mencionado plan económico (y la más importante) fue establecer por ley una serie de condiciones que le permite al Poder Ejecutivo Nacional (PEN), entre otros aspectos, poseer mayores facultades para distribuir recursos hacía el interior de la economía y con mayor grado de discrecionalidad. De esta manera, se aprobó la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en el Marco de la Emergencia Pública impulsada por el PEN. Dicha ley implica aportes de todos los sectores de la sociedad, en el cual es estado debe realizar el esfuerzo fiscal pertinente para reactivar la economía.

Cómo siempre, la discusión fiscal está torno a cómo se recauda y cómo y en qué se gasta los fondos públicos. Para el equipo económico del gobierno nacional, el déficit fiscal es un problema para resolver. Más aún, si los componentes más gravitantes del déficit fiscal actual refieren a los intereses de deuda. Pero esto se debe tratar a través de un programa integral y consistente. Esto implica que no se utilizará solamente la base monetaria y la tasa de interés para resolver todos los problemas de la economía, ya que resultan insuficientes. Es por esto por lo que el estado nacional debe dotarse de instrumentos pertinentes para llevar a cabo el programa. Sin embargo, el déficit fiscal no es urgente dada la coyuntura actual.

El diagnóstico que dio el ministro Guzmán sobre la economía argentina es que se encuentra en extrema fragilidad, condición que se debe a varios factores como el alto nivel de deuda pública, considerable nivel de desempleo, caída de la producción local, deterioro de los ingresos reales debido a la creciente inflación, restricción externa, entre otros. Dado este escenario, el equipo económico entiende que no se puede realizar un ajuste fiscal adicional ya que agravaría la recesión. Sin embargo, consideran que es condición necesaria un sendero hacía el equilibrio fiscal para afrontar las responsabilidades de deuda pública, pero poniendo por delante otras prioridades, mientras se busca establecer una dinámica fiscal virtuosa.

En este sentido el poder ejecutivo se puso en la tarea de hacerse de recursos para llevar adelante el programa económico. Uno de los aspectos más relevante en estos términos son las retenciones a la exportación. Estas son (y serán) una fuente de recursos importante, y que alivia el problema de financiamiento fiscal ya que no hay acceso al crédito. Otra medida interesante a resaltar es el incremento del impuesto a bienes personales en el exterior.

Con lo dicho hasta aquí, el PEN logró por ley dotarse de facultades para afrontar el delicado panorama y estableció una base para los estratos más vulnerables de la sociedad. Es por esto por lo que estamos en condiciones de afirmar que el gobierno nacional ya puso en marcha su propio plan económico.


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