La vacuna de Blackrock

OPINION. Ahora que los países de la Unión Europea se han decidido a “transparentar” y publicar los oscuros contratos con los laboratorios farmacéuticos, la Argentina debería dar a conocer los términos del fallido contrato con Pfizer que naufragó debido a que la trasnacional farmacéutica ponía “condiciones inaceptables para la Argentina”


Ahora que los países de la Unión Europea se han decidido a “transparentar” y publicar los oscuros contratos con los laboratorios farmacéuticos, la Argentina debería dar a conocer los términos del fallido contrato con Pfizer que naufragó debido a que la trasnacional farmacéutica ponía “condiciones inaceptables para la Argentina”: garantizar con bienes del Tesoro nacional y recursos naturales como el agua de los glaciares, su inmunidad ante eventuales juicios por efectos adversos de su vacuna. La clausula de confidencialidad ya no rige para un contrato que no fue firmado a pesar de todas las concesiones y prebendas que realizó la Argentina. 

Las exigencias de Pfizer sólo pueden explicarse cuando uno sabe que uno de sus principales accionistas es el fondo de inversiones Blackrock, el mismo que hizo todo lo posible por impedir el acuerdo de renegociación de la deuda y pretendió poner a la Argentina de rodillas. Blackrock es Pfizer y Pfizer es Blackrock que además es un importante accionista en los principales medios de comunicación del mundo, entre los que se cuenta el Grupo Clarín. 

Los tres actúan en tándem y no se han dado por vencidos: ahora ejecutan una maniobra de pinzas sobre los gobiernos provinciales para que sean estos los que adquieran la vacuna de Pfizer, pese a quebpor el momento no se està produciendo y la farmaceutica sfronta juicios en Italia por incumplimiento de contrato y suspensión de pagos en Suecia por pretender cobrar una sexta dosis por cada cinco entregadas lo que implica un sobreprecio cercano al 20 por ciento. 

En Israel, un país considerado referente en vacunación ya hay más de 12 mil infectados después de recibir la primera dosis de Pfizef y la máxima autoridad sanitaria de ese país explicó que esto se debe a que la empresa “sobreestimó el efecto de su primera dosis” que eleva los anticuerpos en un 30 por ciento, mientras otras lo hacen en un 60 por ciento. Asi ytodo, Israel también aceptó condiciones extraordinarias impuestas por Pfizer: el acceso irrestricto a los datos de salud de toda su población, equivalente a la de CABA y elmprimer cordón del Gran Buenos Aires.


Pero Blackrock no sólo es Pfizer, Blackrock y sus medios también son la nueva administración Biden en EEUU. Mientras en el gobierno de Barack Obama hubo ex altos ejecutivos de Goldman & Sachs ocupando puestos claves bajo el liderazjo de la Secretaria de Estado Hillary Clinton, en el caso del nuevo inquilino de la Casa Blanca,Joe Biden esos puestos estratégicos han sido ocupados por ex altos cargos de Blackrock, el mayor fondo de inversiones del mundo, el mismo que pretendió/pretende poner a la Argentina de rodillas y vacunarnos con Pfizer.


Sobre el autor: Periodista, editor de la newsletter Pandemias y vacunas.

Diarios Argentinos