La nueva Estrategia de Seguridad Nacional de la Federación de Rusia

El documento marca una nueva mirada de Moscú sobre como relacionarse con los demás Estados, con gran importancia del factor doméstico.


Mediante un decreto, el pasado 2 de julio el Presidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin, publicó la nueva Estrategia de Seguridad Nacional, actualizando así a su antecesora del año 2015. El documento de 44 páginas se realizó en base al análisis de las amenazas internas y externas y definió los principales intereses nacionales, así como las prioridades estratégicas tanto a nivel doméstico como internacional.

Sin embargo, este documento es más que una actualización, es un cambio en la mirada y comportamiento de la Federación en el nuevo escenario global. Ahora bien, veamos cómo la situación internacional influyó en la nueva Estrategia de Seguridad Nacional y cuáles son los principales intereses de Rusia.  


La influencia del sistema internacional 

Como es de esperarse, el contexto internacional jugó un rol crucial en la formulación del la Estrategia de Seguridad Nacional. El mundo del 2021 parece distante de aquel del 2015 en el cual se había publicado el documento antecesor.

Este año estuvo marcado por la persistencia de la pandemia por el COVID-19, al igual que en 2020, y Rusia juega un papel central en proveer las vacunas contra dicho virus, como hemos visto en Argentina. Asimismo, continúa la competencia entre la vecina China y Estados Unidos y el deterioro de las relaciones entre Rusia y Occidente.


(Ministerio de Salud de Argentina)


Ante este escenario, la principal atención de la Estrategia de Seguridad Nacional es centrarse en temas como la demografía, la estabilidad política, la soberanía de Rusia, la protección del medioambiente y los valores tradicionales de la sociedad rusa. Esta mirada “hacia adentro” puede ser considerada una consecuencia del proceso que afrontó el Estado eslavo luego de la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), especialmente con la subida al poder de Vladimir Putin cuyo objetivo era devolverle a Rusia su estatus de gran poder del sistema internacional.

En el presente, es indiscutible que Rusia es uno de los principales actores en el concierto de naciones, por lo que es lógico que le dé más relevancia a las situaciones internas. Esto no significa que con anterioridad no lo haya hecho y que ahora descuide su imagen internacional, sino que es una variable de la política rusa que toma más fuerza.  Esto también se ve reflejado en la forma de relacionarse de Rusia con el resto de los actores del sistema a través de relaciones basadas en el beneficio mutuo primando los intereses nacionales.

La cuestión económica es relevante, asimismo. Una constante de la política exterior estadounidense son las sanciones económicas hacia la Federación de Rusia. Ante esto, la estrategia plantea diversas medidas para apalear temas como el aumento de la pobreza.


Principales temas 

Del documento de 44 páginas se puede deducir que las principales temáticas que Rusia enfrenta son su relación con Estados Unidos y sus aliados, el rol de lo domestico en términos de los valores tradicionales de la sociedad rusa, el Ártico, el espacio y la Antártida como zonas de interés nacional y el rol de rusia en temas tecnológicos y el cambio climático.  

Respecto a la relación de Rusia con Estados Unidos y sus aliados, hay un cambio en la estrategia del 2015. En esta, se determinaba la intención en establecer una cooperación con Washington basada en intereses comunes como pueden ser la lucha contra el terrorismo y el control de armas, entre otros. Sin embargo, en la nueva estrategia esto se descarta y las menciones de la relación entre Moscú y Estados Unidos se refieren a la decisión de Washington de retirarse de los tratados de control de armas y, por otra parte, de la intención de Rusia de reducir el uso de dólares estadounidenses en la actividad económica.

Algo similar sucede con la relación con la OTAN. Si bien en 2015 se hacia referencia al aumento de la actividad militar de la organización y del acercamiento de su infraestructura militar hacia las fronteras de la Federación, se hacía mención a la posibilidad de trabajar en las relaciones bilaterales.  Sin embargo, en 2021, la referencia a la presencia de la OTAN en las cercanías de las fronteras rusas se mantiene, pero la opción de dialogo con Bruselas es descartada. Tampoco resultará sorprendente que con Europa suceda algo similar. En el documento de 2015 también estaba abierta la posibilidad a la cooperación e integración con el espacio ex soviético europeo. Sin embargo, para la estrategia de 2021 no hace ningún esfuerzo por fundamentar los planes para la relación de Rusia con Europa.

Es importante destacar la vinculación con China, otro de los grandes actores del sistema. En consonancia con lo que plantea la estrategia del presente año, se manifiesta el interés de Rusia en desarrollar una asociación integral basada en la interacción estratégica, a diferencia de su antecesora donde proponía una asociación dado el papel clave de Beijing en el mantenimiento de la estabilidad global y regional. Lo interesante es que en el nuevo documento de 2021 se plantea una relación de paridad entre India y China, donde en documentos anteriores se dedicaba un apartado para cada una, ahora aparecen en el mismo párrafo.


(AFP 2021/ How Hwee Young)


Sin embargo, la “lista de prioridades” en término de vinculaciones no ha variado de manera significativa. En primer lugar, encontramos a los ex países soviéticos, la Comunidad de Estados Independientes, la Comunidad Euroasiática, el Estado de la Unión con Belarús, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO), luego China e India, seguido por organizaciones como los BRICS o la Organización de Cooperación de Shanghái, America Latina, Asia y África.

Otra diferencia respeto a la estrategia anterior es el papel domestico de Rusia. El documento de 2015 había sido publicado meses después de los acontecimientos de Crimea, donde la respuesta de occidente fue la mera imposición de sanciones. Seis años después, habiendo estabilizado los temas de principal interés hacia afuera de las fronteras de Rusia, Moscú decide prestar especial atención a la cuestión doméstica.

Para la nueva estrategia, la calidad de vida, así como el bienestar de los ciudadanos, son uno de los principales intereses nacionales. Esto se ve reflejado en regiones como el norte de Rusia donde se mezclan intereses defensivos, de seguridad y económicos y, a su vez, sociales, demográficos y de seguridad humana. Por otra parte, también se menciona la “amenaza” que presenta la occidentalización a la soberanía cultural de Rusia.

El cambio climático se define como un tema que necesita “prevención y adaptación” a diferencia de la estrategia anterior que lo definía como una “consecuencia”. También, en esta nueva estrategia se lo considera como una de las razones clave en las situaciones de emergencia ambiental como son las inundaciones y los incendios forestales, que pueden tener consecuencias sociales y económicas graves.

El desarrollo tecnológico es una de las áreas de interés dada la dependencia de la economía rusa de la importación de tecnología, el objetivo es superar esto para garantizar la independencia tecnológica y adicionalmente cambiar la estructura de la economía.

Respecto al Ártico, la posición de Rusia es, al igual que con el resto de las vinculaciones, llevar adelante una cooperación beneficiosa mutua garantizando los intereses nacionales de la Federación. Esto está basado en el liderazgo que tiene Moscú en la región y también en el potencial económico de la zona. La aseguración de los recursos del Ártico es primordial. Esta nueva visión geoeconómica de los espacios comunes del Ártico, el espacio y la Antártida da cuenta del cambio de estrategia del presidente Vladimir Putin. En documentos anteriores no se habían mencionado regiones como la Antártida y el espacio en términos de desarrollo. Es esperable que Rusia lleve adelante inversiones en las capacidades antárticas de rusia.

Es claro que Rusia planea ser un actor independiente en el sistema internacional, poniendo como prioridad sus intereses nacionales tanto domésticos como fuera de sus fronteras. Sin embargo, habrá que esperar al Foreign Policy Concept para saber cómo se llevará adelante esta política exterior, que sin lugar a dudas será un desafío para Estados Unidos y sus aliados.


Sobre la Autora


Melina Torús es licenciada en Gobierno y Relaciones Internacionales, maestranda en Estrategia y Geopolítica, Secretaria del Departamento de Eurasia del Instituto de Relaciones Internacionales (IRI - UNLP), Coordinadora del Observatorio de Seguridad y Defensa del Centro de Estudios de Política Internacional (CEPI) de la Universidad de Buenos Aires.


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