La lucha de las mujeres sigue vigente

ENTREVISTA. Entrevista a Gabriela Exilart, escritora.


La novela histórica nacional es un género que tiene muchos seguidores, y sus autoras son mayoritariamente mujeres. La protagonista de esta entrevista pertenece a un grupo de mujeres autoras que narran historias de amor, deseo y drama romántico como Florencia Bonelli, Cristina Bajo, Gloria Casañas, Gabriela Margall y Fernanda Pérez, entre otras.


 

Gabriela Exilart (51) es marplatense, abogada, docente universitaria y coordinadora de talleres de escritura.  Es autora de Tormentas del pasado, Pinceladas de azabache, Renacer de los escombros, Por la sangre derramada, Con el corazón al sur, Napalpí. Atrapada en el viento, En la arena de Gijón y Secretos al Alba. Sus novelas se interesan por temas sociales, con personajes intensos enmarcados en sucesos históricos del siglo XX, no tan conocidos en nuestro país. Muchas de sus novelas transcurren en espacios geográficos del interior de la Argentina, como en la Patagonia trágica, el terremoto de San Juan,  o la masacre de Napalpí en el Chaco. También en España, “En la arena de Guijón” la historia se desarrolla durante la Guerra Civil Española.

 

¿Cómo te presentas? Gabriela es un nombre común pero Exilart es un apellido inusual…

Gabriela es mi nombre real, si bien Exilart es un seudónimo. Un apellido de mi familia, muy querido e importante para mí. Cada vez mas me siento “ésta (Exilart)” y no “la otra” (risas). Soy madre de tres hijos, abogada, docente, coordino talleres de escritura para distintas personas interesadas, y también como actividad vinculada a la salud para adultos mayores. 


Son muchos roles! Pero empezar no es fácil, ¿cómo fueron tus comienzos?

Escribí mi primer libro a los 14 años, una novela policial (inédita). Publiqué mi primer libro hace casi 10 años. En estos días me sorprendió la quinta edición de ese libro “Tormentas del Pasado”, lo que marca que el público la sigue pidiendo. Pero hasta que ese libro salió, pasaron 5 años de enviar libros a las editoriales hasta que uno gustó y llegó a las librerías. Desde entonces, he publicado 8 libros, y también cuentos en algunas antologías, etc.


¿Cuál de ellos es el libro que más exitoso? 

No estoy segura, no estoy tan pendiente de las ventas. Creo que el libro más vendido es “Renacer de los Escombros” que narra una historia enmarcada en el terremoto de San Juan, tiene varias ediciones y mucho camino recorrido. El autor no sabe a ciencia cierta cuantos libros vendió. Es un acto de fe. Las regalías se pagan cada seis meses, un 10 % del precio de venta del libro. 


¿En estos diez años, te parece que la gente lee menos? ¿Cómo se compite con los medios digitales?

Creo que no, no se lee menos. Quien es lector lee igual. Lo que si pasa, es que los libros están caros, entonces el lector compra menos, elige bien el autor o el libro que quiere comprar. Va a lo seguro. Si un lector podía comprar cinco libros ahora compra dos, eligiendo lo que sabe que no lo va a defraudar. Y si no puede comprar recurre a bibliotecas, al préstamo, al libro usado. Pero el que el lector no dejó de leer, por eso los libros se siguen editando y libros viejos vuelven a salir al mercado. Eso de que el libro digital o el audiolibro van a desplazar al libro de papel es una falacia. De hecho yo soy gran lectora y no leo otra cosa que no sea papel. También podría ser una cuestión generacional, pero veo que mi hijo (uno de los tres es un gran lector) no quiere E Books o audiolibros. Quiere el libro de papel. Quien es lector y ama el libro de papel lo va a seguir buscando y lo va a seguir leyendo.

En eso no cambia. Contra los vicios no se puede competir … (risas)… y creo que la lectura también es un vicio (mas risas).


El precio es un tema importante, muchas veces se adquieren ediciones de bolsillo, por dos motivos: el precio y porque no se edita de bolsillo cualquier cosa, sino libros exitosos…

Claro, por eso estoy tan contenta con la edición de la colección de La Nación (de edición reciente, actualmente en los kioscos), que está realizada en un tamaño intermedio y llega a un precio muy accesible, donde otro público puede comprarlo.


Tus libros se desarrollan en contextos históricos del Siglo XX. El libro que estás escribiendo actualmente sigue en esa época?

Si, el nuevo libro sigue la lucha de las mujeres, donde aparece una mujer que falleció de una muerte dudosa, que tiene una trayectoria reclamando los derechos de las mujeres. Si bien ella no es la protagonista, la novela siempre es ficción, relata la lucha real de las mujeres por el derecho a estudiar, por el derecho a dar clase, por sus derechos políticos, por el derecho al voto y también trata la temática del femicidio. Es una novela que a pesar de que transcurre en el siglo pasado es atemporal, lamentablemente todo lo que se cuenta en la novela sigue vigente, sigue sucediendo.


¿Cómo ves a lo largo del siglo XX la evolución de la mujer, comparado con este momento?

La mujer siempre ha estado reclamando por su lugar en la sociedad, un lugar al lado del hombre, o detrás ni debajo. Igual nos sigue costando llegar a cargos jerárquicos, a altos cargos académicos, no tenemos los mismos sueldos. Tenemos esa limitación que no pasa por la capacidad sino porque seguimos llevando en los hombros el peso de la casa. No sé si es cultural o autoimpuesto, pero es así. Lamentablemente en los hechos, ser madre sigue siendo una limitación en lo laboral y aunque no se reconozca públicamente, no es lo mismo para el empleador contratar mujeres que hombres. Eso se sabe y se tiene en cuenta, no te lo dicen abiertamente, pero nosotras sabemos nos quedamos a cuidar a quienes se enferman, o nos necesitan. En general no es así para los hombres. En lo real, a pesar de todos los avances de la mujer, esa limitación sigue estando, el techo de cristal existe.


¿Se puede vivir de escribir?

No, en mi caso no. Son muy pocos los que realmente pueden vivir de eso. Yo tengo una familia que mantener, ejerzo la abogacía y la docencia, ese trabajo es mi medio de vida. Tengo muchas amigas escritoras y ellas en su mayoría viven de su trabajo habitual, no de la escritura. Solamente cuatro o cinco en Argentina pueden vivir de la escritura. La verdad que no, es muy difícil. Las liquidaciones de regalías llegan dos veces al año, es imposible esperar seis meses y sin saber cuanto vas a cobrar, es una vida muy incierta. Del arte no se vive.


Y para cerrar:  ¿qué sentís cuando escribís, que es para vos escribir?

Felicidad, felicidad. Me evado del mundo, cuando escribo vivo otra vida. Me meto en el mundo de los personajes, que siempre son dramáticos… (risas) y vivo sus vida. Escribir estas historias tienen que estar ambientadas, desde el vocabulario, la vestimenta, la escena. Es un trabajo de adaptación y de investigación. Te lleva a vivir la vida de los personajes, y con eso soy feliz.

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