La confitería del Molino brilló en la Noche de los Museos

La confitería reabrió sus puertas luego de 14 años y fue una de las principales atracciones del evento cultural más grande de la ciudad de Buenos Aires.

Por décimo quinto año consecutivo, la Noche de los Museos volvió a hacer vibrar las calles de la noche porteña con una oferta de 280 lugares para visitar en forma gratuita. Las fuertes lluvias que obligaron a suspender el Boca-River no pudieron hacer mella en el circuito que desplazó las actividades al aire libre a lugares techados.

Sin duda, la estrella del evento fue la Confitería El Molino, que reabrió sus puertas luego de 14 años. Ya desde temprano se podía ver una cola de personas que aguardaban para visitar el mitico local que se inauguró hace más de cien años, en 1916.

Los asistentes pudieron recorrer diferentes espacios de la planta baja, donde estaba el salón, y el primer piso del edificio, que era el lugar donde estaban los salones de fiestas. También tuvo lugar una exhibición de objetos como moldes, pirotines, vajilla y hasta las cajas que usaban para envasar los pan dulces.

Un equipo de la Comisión Nacional de Monumentos de Lugares y Bienes Históricos del Congreso Nacional fue el encargado de poner a punto en pocos meses (los trabajos iniciaron el 27 de junio de este año) el edificio de 6900 m2 (que incluyen 5 pisos, azotea y tres subsuelos) después de 20 años de abandono para la Noche de los Museos.

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— Edificio del Molino (@DelMolinoOk) November 10, 2018 ">


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