Impuesto a las grandes riquezas: otro punto de vista

OPINION. El Proyecto de Ley ya fue aprobado por la Cámara de Diputados, ahora solo falta su pase por Senadores para finalmente saber si se aprueba o no.


El Proyecto de Ley ya fue aprobado por la Cámara de Diputados, ahora solo falta su pase por Senadores para finalmente saber si se aprueba o no.

El impuesto gravará a los Patrimonios mayores a 200 millones de pesos, aproximadamente unos USD 3.000.000. Las alícuotas se ubicarían entre un 2% y un 3,5% con la posibilidad de hacerlo de manera progresiva, es decir escalonadamente a partir de los 200 millones de pesos.

El objetivo del Gobierno es recaudar alrededor de $300 mil millones para ser utilizado con fines sociales y sanitarios, vinculados con la pandemia del COVID. Esto es debido al aumento del gasto público al que debió recurrir para no profundizar las consecuencias del virus y debido a la baja recaudación, por consecuencia de la caída de la actividad económica.

Por otro lado, en base a los datos de la AFIP, el impuesto será pagado por unas 10.000 personas.

Sin embargo, no solo en nuestro país, se está planteando y llevando adelante una idea de aporte del rango socioeconómico más alto. Algunos países como España, Italia, Suiza, Rusia, Brasil, Chile, Perú y Ecuador, también están debatiendo tributos similares, para combatir los estragos de la pandemia.

Ahora bien, ya planteados estos puntos técnicos, profundicemos sobre la opinión que nos merece. Creemos que es necesario un cambio rotundo de nuestro Sistema Tributario, este es una de las deudas históricas por resolver en materia económico. Lo ideal es dirigirnos a un régimen cada vez más “progresivo” donde el sector social con patrimonios más elevados tributen o le alcancen alícuotas más elevadas e ir disminuyendo progresivamente.

Según la OCDE la estructura impositiva en nuestro país, durante el periodo del 2016 al 2019 se volvió más regresiva, es decir, ocurre lo contrario a lo que nosotros llamaríamos un Sistema Tributario ejemplar. Esto se debió a que por ejemplo el IVA, uno de los impuestos más regresivos, aumentó 4 % durante este periodo. Mientras que los tributos progresivos se redujeron un 2%.

Este mismo organismo internacional, también, informa que, al contrario de lo que se cree en la ideología social, la presión tributaria en nuestro país está por debajo del promedio de los países miembro de la OCDE, tal como lo muestra el siguiente gráfico:

 


Más allá de lo planteado, creemos que hace falta un recorte en el sector político y judicial (recorte en sueldos de Diputados y Senadores, aplicación de Impuestos a las Ganancias para los jueces, Aumento del mínimo no imponible de este tributo para los trabajadores, entre otras medidas que se deberían tomar de manera urgente). Esto llevaría a hacer un sistema más progresivo.

El aporte de las riquezas, tal como lo dice el Título del Proyecto de Ley, será por única vez, más allá de que los medios traten de instalar lo contrario. Se deberá reveer otro tipo de tributos que surgieron en situaciones críticas del país y nunca se eliminaron, como es el impuesto al cheque y el IVA.

Diarios Argentinos