Hay un derrotado electoral que vive
Hay también ganadores que recibieron su triunfo con caras apesadumbradas. Las expectativas pueden ser crueles y distorsionar lo que uno encuentra luego en la lectura de los telegramas.
Los análisis post electorales no suelen regirse únicamente por los porcentajes concretos sino que son las sensaciones, resultados de desarrollos de campaña y la concreción en las urnas de estrategias −puestas en marcha con determinados objetivos− las que determinan muchas veces la tónica del análisis. En fútbol puede ocurrir también así, y algunos todavía recuerdan el campeonato “moral” del Huracán de Cappa frente al Vélez de Gareca o aquel River-Boca del Clausura de 1997, en el que de local y antes de finalizar el primer tiempo perdía River 3 a 0; amenaza de una derrota histórica. El resultado final fue una hazaña en sentido inverso: River celebró el empate con locura y Boca lamentó la oportunidad desperdiciada con las mismas caras largas que ayer desteñían el triunfo en el búnker de Juntos.
¿Estamos hablando de fútbol o del resultado de las elecciones legislativas en Argentina?
Estrategias de campaña
La felicidad no parecía impostada anoche en el búnker del Frente de Todos. Recuperó terreno frente a lo que desde las PASO parecía una segura paliza electoral. Histórica, según pronósticos interesados. El FdT dio vuelta resultados adversos en Chaco y Tierra del Fuego, recortó la distancia en provincia de Buenos Aires y mantiene la primera minoría en Diputados y Senadores. El caso chaqueño implicó un vuelco desde un 46.8% a 37.8% en favor de Juntos hasta un 44.2% a 42.8% en las Generales: un crecimiento de casi 7 puntos porcentuales para el peronismo mientras los Cambiemitas retrocedieron a su vez 4 pp. De todos modos, por el peso de PBA en el imaginario, en los votos y en la conformación de las Cámaras, aún pese a la derrota (empate en el reparto de bancas a diputados), el análisis post PASO se probó correcto para el FdT en ese territorio: se inició con la incorporación de intendentes al gabinete provincial y se coronó con el congelamiento de precios para combatir una de las causas principales de la derrota a nivel nacional: la economía hogareña. En las PASO Juntos recabó 3.149.989 votos frente a los 2.789.022 del FdT bonaerense. Una diferencia de 360.967 votos. Para las generales de ayer: Juntos 3.480.298 votos, FdT 3.368.310 votos para una diferencia de 111.988 votos. La distancia fue recortada en casi 250.000 votos y el FdT creció un 20.7% desde las PASO mientras que Cambiemos conservó y acrecentó sus votos desde la interna pero sólo un 10.4%. Finalmente, la grieta que se había abierto entre Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner luego de las PASO parece no tener espacio para la réplica luego de estas generales, lo que permite despejar el horizonte de gobernabilidad y negociaciones para el oficialismo nacional.
¿Cuál fue la estrategia inicial de campaña de Juntos que puede explicar la tristeza en el triunfo? Veamos antes la del arco antiperonista en su conjunto: promovieron el discurso de los candidatos ultraliberales para dirigir el debate público y cuidar la estrategia centrista de Rodríguez Larreta, quien pretendía convertirse en el depositario único de un triunfo electoral. Así, antes de las PASO corrió a los “halcones” macristas, reubicó a Vidal en CABA y habilitó una colectora radical de derecha en su distrito y una de “centroizquierda” en PBA. Mauricio Macri se embarcó entonces en unas vacaciones europeas y se especuló con su “exilio” de la campaña. El gran ganador de las PASO, hubo coincidencia en el análisis, fue el Jefe de Gobierno porteño. Pero el tránsito de las PASO a los resultados de las Generales habilita algunos interrogantes: ¿Fue Macri nuevamente en campaña una de las causas de la recuperación electoral del FdT en PBA? Es una posibilidad. ¿Fue Macri una necesidad en la campaña de Juntos debido al crecimiento del libertarianismo? Probablemente: los ultraliberales/libertarios debían contener el voto derechista descontento con el gobierno de Cambiemos pero “entregarlo” nuevamente luego. Fue necesario que lo hicieran antes de 2023 y para eso (y por otras causas) debió retornar Macri. De tal modo, la estrategia de “limpieza” macrista se truncó en el camino. Si a esto sumamos los aciertos del oficialismo, la expectativa previa de una derrota histórica que iniciara una “transición” hacia un seguro cambio de gobierno desdibuja el triunfo y liderazgo de Rodríguez Larreta y mantiene con vida electoral a Macri, pero más aun al peronismo.
Las expectativas generadas por las PASO en los actores políticos y económicos nacionales y globales deben también reacomodarse luego de los comicios de ayer. Es probable que eso también explique los gestos adustos en el bunker de Juntos y la alegría en el del Frente de Todos.
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