Festeja Trump: el Senado aprobó la mayor rebaja fiscal en 30 años

Para el presidente de Estados Unidos, es la mayor victoria legislativa desde que asumió el cargo hace casi un año. El texto será convertido en ley hoy por la Cámara de Representantes.

Donald Trump está cerca de conseguir la máxima victoria legislativa desde que asumió como presidente de los Estados Unidos, hace casi un año. Esta madrugada, el Senado aprobó una reforma tributaria impulsada por la Casa Blanca que implica la mayor rebaja fiscal en 30 años. El proyecto, que será tratado hoy en la Cámara de Representantes, supone una reducción de los recursos del Gobierno federal de alrededor de 1,5 billones de dólares en un plazo de 10 años.

La medida fue una de las grandes promesas de campaña de Trump, que ahora está por materializarse. Quienes más tienen para festejar son las empresas, que dispondrán de una rebaja masiva de sus impuestos. También habrá una serie de reducciones en el gravamen a la renta para todos los ciudadanos, inclusive, los más ricos. En conjunto, la ley agravará en el déficit fiscal de los Estados Unidos.

El texto fue aprobado por el Senado con 51 votos de los republicanos contra 48 de los demócratas. La ajustada mayoría del oficialismo, agravada por la ausencia del excandidato presidencial John McCain, quien se encuentra bajo tratamiento por un cáncer, mantuvo la incertidumbre de la votación hasta el final. El proyecto pasará a la Cámara de Representantes, que ya lo había aprobado, pero deberá repetir su tratamiento porque el texto sufrió ligeras modificaciones en el Senado.

La reforma establece una baja del impuesto a las sociedades del 35% al 21%, una reducción del 39% al 37% para el gravamen a los que más tributan y una duplicación del mínimo no imponible de Ganancias para los trabajadores. Así, el Estado dejará de percibir 1,5 billones de dólares en 10 años. De acuerdo con Trump y los republicanos, ante una menor presión fiscal habrá más inversiones, más generación de empleo y más dinamismo en la economía, que alcanzará para compensar la caída fiscal. Los críticos advierten que la medida agravará la desigualdad del país y planteará severos dilemas para el financiamiento del Gobierno federal.

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