Fernández: "No va a haber una mano mágica del mercado que termine con la desigualdad"
El presidente encabezó junto a Kicillof el lanzamiento de plan de infraestructura para el Gran Buenos Aires. "Cuando me preguntan qué dejó la pandemia, es la muestra de la desigualdad", planteó.
Alberto Fernández y Axel Kicillof firmaron este mediodía una serie de convenios para lanzar el Fondo de Infraestructura Municipal en la provincia de Buenos Aires, a través del cual se llevarán adelante varias obras públicas, y en este marco, el presidente y el gobernador se refirieron a la importancia del Estado para salir de la crisis que significa la pandemia del coronavirus a nivel mundial y de la desigualdad que existe en el país.
"Lo que nos está pasando con el coronavirus demuestra cuál es el efecto real del hacinamiento en la Ciudad y el conurbano bonaerense", comenzó Fernández durante su intervención en la conferencia, en la que también participó el ministro de Obras Publicas, Gabriel Katopodis, y varios intendentes entre el público.
El presidente puso como ejemplo el barrio de Villa Azul, ubicado entre los partidos de Avellaneda y Quilmes, que ayer fue puesto en aislamiento comunitario por presentarse como un foco del Covid 19, con 92 casos confirmados.
"En el barrio de Villa Azul, separado en dos intendencias por una calle, en uno de esos lados el desarrollo no se hizo. Y ahí están las dos argentinas en un mismo barrio", señaló el presidente, y en ese sentido agregó: "Cuando testeamos en el barrio que se construyó con condiciones de vida digna, el contagio es infinitamente menor"
"Cuando a mi me preguntan qué dejó la pandemia, es la muestra de la desigualdad en la que vivimos. Y nadie se puede hacer el distraído", planteó.
"Lo único que dejó en evidencia fue millones de personas que el Estado ni siquiera tenía registradas. El IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) dejó al descubierto que había un tercio de argentinos de los cuales el Estado no sabía qué hacían, dónde estaban, cómo vivían. Eso como sociedad debe avergonzarnos", añadió en la misma sintonía.
"Estas cosas ocurren porque no se diseña un país igualitario. Algún día tenemos que sentarnos todos y decir de una vez por todas para que la Argentina no sea un país rico en el Centro y pobre en el Norte y el Sur. Decir de una vez por todas cómo hacemos para que encuentren una mejor suerte quienes vienen del Norte a hacinarse en el Gran Buenos Aires o en la Ciudad", manifestó Alberto.
"Ese es el verdadero desafío que la pandemia nos exige. Los desafíos no son la mano dura o blanda. Porque tener la mano dura, encarcelar a todos y no construir cárceles no tiene sentido. Es todo marketing", sostuvo a continuación, y despertó un aplauso de los presentes. Antes, Kicillof se había referido a la situación de las cárceles en la provincia y anunciado 2000 plazas nuevas.
"Lo primero que debe enseñarnos la pandemia es que vivimos en un país injusto y que ahora nadie tiene excusa de decir 'no me di cuenta'. No podemos dejar que la desigualdad se sostenga y se profundice. Para que esto ocurra no va a haber ninguna mano mágica del mercado que lo haga. Lo tenemos que hacer nosotros", expresó.
Y cerró: "Entre tanto dolor y pena, tenemos una suerte, que ese país más justo que hay que construir nos tocó a nosotros. Yo no voy a dejar la oportunidad y ustedes tampoco".
Por su parte, Kicillof consideró que "la crisis económica es culpa del virus y no de qué respuesta a la pandemia de coronavirus tuvo cada país, porque todo el mundo se puso el sistema comercial y financiera en jaque".
En este contexto, destacó el rol de la obra pública en la recuperación económica que debe desarrollar el país para salir de esta crisis. "Hoy hacer obras no solo significa dar una respuesta a aquello que falta sino que también significa darle a la economía ese motor que hoy no está", dijo.
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