Feinmann, polémico: “No espero nada de la clase media”

Tras recuperarse de un ACV, el filósofo, escritor y ensayista afirmó que ese segmento de la sociedad “está cada vez más enceguecido”. Además, cuestionó la división del peronismo.

“La clase media, que es tan importante en la Argentina, cada vez se enceguece más, cada vez es peor éticamente, cada vez le importa menos los de abajo. Y si los hunde, mejor. De esa clase media ya no espero mucho”, afirmó el filósofo, escritor y ensayista José Pablo Feinmann en la que constituyó su reaparición pública después de haber sufrido un ACV y enfrentado un cuadro de depresión.

“Uno de los factores más terribles fue el Gobierno de Macri. Estar así, medio clueco, medio imposibilitado, y ver que hacen con el país lo que están haciendo... Después de la internación, cuando me dieron el alta, estuve cuatro meses deprimido. Como tengo tendencias obsesivas fuertes, estaba ‘¿por qué a mí?, ¿por qué me pasó esto?, ¿por qué me operé?’ ¡Qué ingenuo! Me taladraba con eso”, reveló el autor en una entrevista con Silvina Friera en Página/12.

Al analizar el kirchnerismo, Feinmann afirmó: “Fue una especie de primavera para muchos de nosotros; para otros habrá sido un trago amargo. Acá se llegó bastante lejos en el campo de los derechos humanos, de la distribución de la riqueza, de la reivindicación de ciertos elementos del pasado, de ciertas líneas históricas que volvieron a estar sobre la mesa. Y todo eso te lo hacen pagar; fueron doce años increíbles. Con optimismo podemos esperar que la tortilla se dé vuelta pronto. Y si siguen haciendo así las cosas, se va a dar vuelta antes de lo que piensan”.

Críticas a la división del peronismo

¿Por qué no se resolvió la división en el interior del peronismo que llevó a que Cristina Fernández de Kirchner y Florencio Randazzo compitan en espacios distintos? Responde Feinmann: “No se resolvió por orgullo, por amor propio, por ambiciones. ¿Qué hay en la política? Hay dinero, hay ambiciones, hay ansias de poder. Tenemos que esperar mucho para que venga un gesto de generosidad. Si el mejor candidato es Cristina, la tendrían que dejar a ella, por más que nuclea un odio muy focalizado de ciertas clases medias. Pero se lo ganó en buena ley ese odio, porque la odian por lo bueno. Me duele que hayan logrado sacar a la luz algunos hechos de corrupción que en ningún caso están justificados. A un gobierno de raigambre popular es al que menos le tolero que incurra en actos de corrupción. La derecha es la corrupción instaurada porque la derecha es estructuralmente corrupta; es el sistema el que te roba. Los que vienen a hablar en nombre de los derechos humanos no pueden robar. Inmediatamente después de esto, hay que decir que el negociado del Correo Argentino equivale a 480 bolsas de (José) López. O sea que hay una dimensión donde la cantidad se convierte en cualidad. No sé qué va a pasar en las elecciones, pero nos podemos llevar una sorpresa y que Macri saque más votos de los que creemos”.

“Parte importante del desencanto es notar que gente que tendría que estar junta, dándose la mano y marchando hacia adelante en una sola dirección, aunque sea coyuntural, está enfrentándose por factores de poder. El desencanto también es mundial: está Trump en Estados Unidos, está Siria y el Estado Islámico... ¿Dónde queda la esperanza? ¿Dónde se la puede depositar? Mirá (Nicolás) Maduro, también... Yo conozco a la oposición venezolana y es abominable, pero no apruebo lo que hace Maduro. Me duele mucho”, concluyó.

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