“En el mundo nos conocen por matar mujeres y robar bebés”

Dijo Dolores Fonzi en la última jornada de exposiciones por el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria de Embarazo. El fuerte discurso de Miss Bolivia: “Todas y todos somos pro-aborto: algunos son pro-aborto clandestino y otros son pro-aborto legal”.

Lo que estamos debatiendo tiene que ver con la libertad”, dijo Dolores Fonzi en la última jornada de exposiciones públicas por el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria de Embarazo. La actriz habló del colectivo Actrices Argentinas y su militancia por el proyecto presentado por la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

Hemos crecido mucho como sociedad y ya no hay vuelta atrás”, dijo sobre las jornadas de debate que tuvieron lugar durante los últimos dos meses y en el que se escucharon voces a favor y en contra de la despenalización.


Habló sobre los casos de mujeres que fueron obligadas a gestar y maternar o que fueron encarceladas por realizarse un aborto y a las que se invisibilizó, estigmatizó y negó su posibilidad de decidir.  

Además, contó que la escritora Margaret Atwood, autora de “El cuento de la criada”, había explicado que para escribir su distopía se había basado en la desaparición de bebés durante la última dictadura. “En el mundo somos conocidos por eso: matar mujeres y robar niños”, arremetió Fonzi.  

Les habló a los legisladores que aún no decidieron su voto y les pidió que “desconfíen de sus creencias”. “Es ahora, es esta ley, son ustedes, y es la Historia, la de todo un país y sus mujeres y si es una cuestión de fe, las mujeres somos la religión en la que tienen que creer. ¡Creannos!”, pidió.

“Somos mujeres pariendo una ley, vamos a hacer que nazca”, concluyó.

La cantante Miss Bolivia, por su parte, contó en un fuerte relato que en 1996 se practicó un aborto. “Yo aborté porque pude. Aborté porque pude tener a mi alcance los recursos económicos, simbólicos y los privilegios de clase que me permitieron acceder al proceso de interrupción de un embarazo cuando yo decidí que no podía y que no quería ser madre”, explicó, pero agregó: “No por eso dejó de ser un aborto clandestino, inseguro y abandonado al azar de los planetas de turno en un consultorio improvisado del barrio de Flores”. 



“Sentí miedo e incertidumbre antes, durante y después. Cuando llegué a mi casa, además de miedo, sentí dolor, un dolor fuerte en todo el cuerpo, pero sobre todo en la espalda por llevar el peso de la mochila de la prohibición y la clandestinidad, la culpa y la desinformación, todo agravado por las secuelas de una educación formal amalgamada a una educación religiosa, retrógrada y patriarcal que nos formateó como sociedad”, expresó.

“No le conté a mis viejos porque para mí aborto era igual a malo, aborto igual ilegal, aborto igual pecado”, explicó para evidenciar cómo la moral  y la información sesgada opera en la posibilidad de elegir de las mujeres y las personas gestantes.

“Hoy, en 2018, 22 años después, si esto volviera a pasarme a mí, me entristece saber que contaría la misma historia, y eso es damnificante”, reflexionó.

“Diputadas y diputados: es posible un Estado garante de mis derechos. Creo que ustedes pueden reescribir junto a nosotras y nosotres la historia de esta sociedad”, pidió, y disparó: “Si en el fondo de este debate, todas y todos somos pro-aborto: algunos son pro-aborto clandestino y otros son pro-aborto legal, seguro y gratuito, porque el aborto existió, existe y existirá”.

“La pregunta responsable es: ‘¿Qué hacemos con eso?’ Si seguimos en el camino del negacionismo y la moral o si damos un paso al frente, nos arremangamos como sociedad y nos ponemos manos a la obra hacia el camino de la ética y la justicia social”, concluyó, acompañada de un fuerte aplauso.

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