En el estado de la Unión, Trump se mostró conciliador y apeló a la unidad

El presidente de Estados Unidos intentó moderar el clima de polarización partidaria: “Los invito a dejar de lado nuestras diferencias”. Pero criticó la inmigración e insistió con el muro en México.

En su primer discurso del estado de la Unión, Donald Trump hizo un llamado a la unidad en un país fuertemente dividido por tensiones partidarias y sociales. “Los invito a dejar de lado nuestras diferencias y a buscar la unidad que espera nuestro pueblo”, exhortó el mandatario, que quiso mostrar su versión más conciliadora ante los miembros del Congreso. A pesar de este tono diplomático, el líder republicano criticó la inmigración, pidió construir el muro con México y aseguró la continuidad de la prisión de Guantánamo.

"Este es nuestro nuevo momento americano. Nunca ha habido un mejor momento para comenzar a vivir el sueño americano", sostuvo Trump en una ceremonia emblemática para la presidencia de Estados Unidos. “Esta noche tiendo una mano para trabajar con los miembros de ambos partidos, demócratas y republicanos, para proteger a nuestros ciudadanos, de cualquier origen, color y credo”, sostuvo el mandatario ante la élite de Washington. Entre la selecta audiencia estaban todos los miembros del Capitolio, los jueces de la Corte Suprema y representantes internacionales.

El estado de la Unión suele ser la instancia en la que el presidente de Estados Unidos repasa los logros de su gestión e identifica los desafíos inmediatos. Trump se jactó de la recuperación de la economía americana y resaltó que el país tiene la tasa de desempleo más baja desde el año 2000 y que la Bolsa fluctúa en niveles récord. Además, reivindicó la reciente reforma fiscal, el mayor logro legislativo de su primer año de gobierno. El recorte masivo de impuestos supondrá “un tremendo alivio” para la clase media y las empresas, apuntó el neoyorquino ante el aplauso efusivo de la bancada republicana.

La cuestión inmigratoria corrió a Trump del estilo moderado que intentó moldear anoche. Repitió su propuesta sobre los dreamers, los jóvenes indocumentados que están al borde de la extradición. Ofreció permitirles su estancia en el país, a cambio de la construcción del muro con México. Y en un juego de palabras, afirmó que “los americanos también son dreamers (…). Mi deber sagrado, como presidente, es proteger a los americanos”. En este pasaje el mandatario exhibió su costado más nacionalista, que incluyó la vinculación de la “inmigración ilegal” con el crimen organizado y las drogas.

En materia de defensa, Trump defendió el aumento del gasto militar y respaldó el armamento nuclear. “No estamos en el momento de eliminarlo”, reseñó. También garantizó la permanencia de la prisión de Guantánamo, algo que su predecesor, Barack Obama, quiso desterrar, pero nunca consiguió. Y cargó contra Corea del Norte, “la más brutal y cruel dictadura del planeta”.

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