El recorrido de Alberto con el aborto

La posición del presidente es clara a favor de la legalización. Sin embargo, en tiempos de campaña habló de despenalización. ¿Qué diferencia hay?


El presidente Alberto Fernández envió este martes un proyecto de ley al Congreso para legalizar el aborto. Era una “tarea pendiente” del mandatario: fue una de las banderas que levantó durante su campaña presidencial y que ratificó en su primer mensaje dirigido al Congreso en marzo. La pandemia del COVID-19 obligó a reformular la hoja de ruta del Gobierno y finalmente esta semana llegó el proyecto a la Cámara de Diputados.

“Creo que estamos en condiciones de que esta vez el aborto se convierta en ley”, dijo esta mañana Fernández en declaraciones a radio Futurock. “Me siento el abanderado de este reclamo. Esta vez no habrá un presidente llamando a un gobernador para que sus senadores voten en contra”, agregó en clara alusión al expresidente Mauricio Macri.

El proyecto enviado por el Ejecutivo al Congreso se refiere explícitamente a la legalización del aborto y hoy ya no hay dudas al respecto. Sin embargo, en algún momento la idea de la despenalización - como un paso intermedio - se coló en el discurso de Fernández.


¿Cuál es el recorrido de Alberto F. con el aborto?

Corría febrero de 2018 y nada hacía pensar en la candidatura presidencial de Alberto Fernández. El 19 de ese mes tuvo lugar el histórico pañuelazo verde frente al Congreso donde miles de mujeres reclamaron la aprobación del proyecto sobre aborto legal, seguro y gratuito.

Ese día, Fernández escribió en sus redes sociales: "La punición del aborto solo ha servido para desamparar a las mujeres pobres que no pueden recurrir a la asistencia pública para interrumpir un embarazo. El aborto no es una cuestión moral o religiosa. Es una cuestión de la salud pública. Es hora de despenalizarlo".



El día que el Senado rechazó el proyecto de ley de interrupción legal del embarazo – el 9 de agosto de 2018 - el presidente volvió a dar su respaldo a la demanda del movimiento feminista. “Hace 20 años predico en la UBA la necesidad de legalizar el aborto. Es un problema de salud pública y desde el punto de vista de la política criminal el castigo se mostrado absolutamente inconducente”.

Luego del anuncio de la candidatura presidencial, Fernández dio marcha atrás y consideró que era momento de trabajar por la despenalización del aborto. “Por de pronto me parece que no debería ser un delito y eso podríamos empezar a trabajarlo, sin necesidad de avanzar tan rápidamente en la legalización, porque la legalización es algo que divide mucho a los argentinos”, sostuvo en una entrevista el 22 de mayo de 2019.

Tras el triunfo en las PASO de agosto de 2019, el presidente aseguró que “tenía la decisión política de legalizar el aborto” pero lo haría por etapas. "A mí me parece que hay dos etapas. Primero hay que empezar con la despenalización para terminar con la clandestinidad, así las mujeres van a tener más mecanismos para proteger su salud", explicó.



El exjefe de Gabinete volvió a plantarse decididamente a favor de la legalización en el primer debate presidencial. Allí expresó: “En la Argentina los abortos ocurren y la verdad que seguir castigándolos lo único que hace es criminalizar la conducta y hacer que todo se vuelva clandestino. Hay que tender a la legalización porque con la legalización le vamos a dar oportunidad a las mujeres pobres que hagan su aborto en condiciones de asepsia como lo hacen las ricas en los grandes sanatorios. ¿Saben que les pido? Terminemos con la hipocrecía”.

Ya electo presidente, Alberto Fernández se pronunció a favor de la legalización. En su segunda gira presidencial - a principios de febrero de 2020 - durante una conferencia en el Centro de Estudios Políticos de Paris utilizó el término despenalización, pero implícitamente se pronunció por la legalización con referencias a garantizar la atención de mujeres en “centros de salud públicos” y al calificarlo como un problema a resolver “desde la salud pública”.

Fernández en su discurso de apertura de sesiones - 1 de marzo de 2020 - afirmó: “Dentro de los próximos 10 días presentaré un proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo que legalice el aborto en el tiempo inicial del embarazo y permita a las mujeres acceder a ese derecho cuando toman la decisión de abortar”. El mensaje era claro hacia la legalización. La pandemia y la crisis sanitaria pospusieron el debate.



Finalmente, el martes pasado el proyecto de interrupción legal del embarazo llegó al Congreso. “Siempre fue mi compromiso que el Estado acompañe a todas las personas gestantes en sus proyectos de maternidad y cuide la vida y la salud de quienes deciden interrumpir su embarazo. El Estado no debe desentenderse de ninguna de estas realidades”, sostuvo el mandatario nacional a través de las redes sociales. “La legalización del aborto salva vidas de mujeres y preserva sus capacidades reproductivas”, aseguró.



El proyecto enviado busca aprobar la legalización de la interrupción del embarazo y la idea de la despenalización quedó atrás. Pero, en pocas palabras ¿Cuál es la diferencia?

Con la despenalización el aborto dejaría de ser considerado un delito y ni la mujer ni los profesionales que intervienen en la práctica podrían ser perseguidos judicialmente. Con la legalización, en cambio, el Estado debe generar las estructuras para que esa conducta, que ya es lícita, pueda ser realizada. Es decir, que cualquier mujer pueda acceder a  la interrupción de un embarazo en un centro de salud de manera gratuita y segura.
 

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