El papa reveló que recibe a víctimas de abusos en el Vaticano

Son los viernes y muchas veces se mantienen en secreto. "Su proceso es durísimo, quedan destrozados. Para la Iglesia es una gran humillación. Muestra no solo nuestra fragilidad, sino también nuestro nivel de hipocresía", dijo.

El papa Francisco reveló hoy que recibe "habitualmente" en el Vaticano a víctimas de abusos. "Es horrible. Hay que escuchar lo que siente un abusado o una abusada. El viernes, a veces se sabe y a veces no, me encuentro habitualmente con algunos de ellos. En Chile tuve un encuentro y su proceso es durísimo, quedan destrozados, ¡destrozados! Para la Iglesia es una gran humillación. Muestra no solo nuestra fragilidad, sino también nuestro nivel de hipocresía", dijo el Santo Padre en un encuentro que tuvo con jesuitas de Chile y Perú durante su reciente viaje a América latina —del 15 al 21 de enero—, que fue publicado hoy por la revista jesuita La Civiltá Cattolica, que dirige el padre Antonio Spadaro, y a la que tuvo acceso La Nación.

El vocero papal, Greg Burke, fue consultado por periodistas sobre el asunto y aseguró: "Puedo confirmar que, varias veces por mes, el Santo Padre se encuentra con víctimas de abusos sexuales tanto individualmente, como en grupos", y agregó: "El papa Francisco escucha a las víctimas y trata de ayudarlas a sanar las graves heridas causadas por los abusos sufridos. Los encuentros tienen lugar en máxima reserva, en el respeto de las víctimas y de sus sufrimientos".

Durante el encuentro, el papa dejó en claro cuál es su postura sobre los abusos en la Iglesia y contó, además, una anécdota de cuando era arzobispo en Buenos Aires y que aún le causa mucho dolor. "El 24 de marzo en la Argentina es la memoria del golpe de Estado militar. En uno de esos 24 de marzo salí del arzobispado y fui a confesar a monjas carmelitas. Al volver, tomé el subte y bajé no en la Plaza de Mayo, sino seis cuadras más allá. La plaza estaba llena, recorrí esas cuadras para entrar de costado. Mientras estaba por cruzar la calle, había una pareja con un chico de dos o tres años, más o menos y el chico corría adelante. El papá le dijo: 'Vení, vení, vení acá... ¡Cuidado con los pedófilos!'. ¡Qué vergüenza sentí! ¡Qué vergüenza! No se dieron cuenta que era el arzobispo, era un cura y... ¡qué vergüenza!", contó.

Además, criticó a quienes intentan minimizar la cuestión a través de estadísticas y números. “A veces se dicen cosas como 'recurso consuelo' y alguno llega a decir: 'Bueno, mirá las estadísticas... el 70% de los pedófilos se encuentra en el ámbito familiar, de los conocidos. Después en los gimnasios, en las piletas. El porcentaje de los pedófilos que son curas católicos no llega al 2%, es del 1,6%. No es para tanto'...", dijo. "Pero es terrible aunque si fuera tan solo uno de nuestros hermanos. Porque Dios lo ungió para santificar a chicos y grandes y él, en lugar de santificarlos, los ha destruído", concluyó.

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