El insólito motivo por el que no se vende la mascota de los JJ. OO. de la Juventud

Los peluches de Pandi, el yaguareté que oficia de representante de Buenos Aires 2018, no pudieron ser ingresados al país por un "error" del importador. Solo lo pueden obtener los atletas ganadores. Pero ¿por qué?

Como todo evento deportivo mundial, los Juegos Olímpicos de la Juventud que se celebran en Buenos Aires tienen su propia mascota: el yaguareté Pandi. Pero conseguir el peluche se convirtió en una tarea imposible para el público que busca llevarse un recuerdo y hasta en un privilegio, ya que solo se lo vio en manos de los ganadores de las distintas disciplinas. 

¿Cuál es el insólito motivo?: simplemente, que el importador intentó ingresar los peluches al país como otro producto, es decir, sin cumplir las exigencias que establece la categoría para juguetes destinados a ser comercializados.


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Así lo reveló una nota del periodista Ariel Grecco para la agencia DPA. "La forma en que se pretendió importar por el importador original no cumplía con las exigencias de seguridad de un juguete ni de los etiquetados establecidos", le informaron a ese medio desde la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). 

Frente a ese "error", la única manera de hacer ingresar los muñecos fue a través de otro régimen que prohibe la venta "por falta de estampillado", a nombre de la Ciudad de Buenos Aires y sin comercialización. 

Finalmente, desde la organización de los Juegos, ante la imposibilidad de venderlos, decidieron simplemente regalar los peluches de Pandi a los atletas en las ceremonias de premiación y a los miembros del Comité Olímpico Internacional (COI). 

Otra más para Delfina. La de los 400 metros libres llegó el viernes por la noche.

Delfina Pignatiello, medalla de plata en 400 y 800 metros libres, con su Pandi.

Solo ellos serán los que puedan llevarse el recuerdo de la mascota olímpica argentina a sus casas. El precio con el que se iba a comercializar, sin embargo, tampoco iba a dar la posibilidad a muchos de comprarlo: $ 1500 por cada peluche, según acusan las carteleras en las tiendas oficiales, hoy tachadas.  

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