El Gobierno justificó la remoción de Biscay y admitió que fue por sus opiniones

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, dijo que "no hay razón para la victimización" que hace Pedro Biscay, mientras que el diputado oficialista Eduardo Amadeo consideró que "debería haber tenido cuidado con sus declaraciones".

El Gobierno justificó hoy la remoción por decreto del director del Banco Central Pedro Biscay, que era crítico de la política económica oficial, y admitió que la decisión se tomó por las opiniones que el ahora exintegrante del organismo había vertido en público.

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, defendió la decisión del presidente Mauricio Macri al afirmar que siguió "todos los procesos institucionales" previstos en la legislación vigente y dijo que Biscay tuvo "actitudes que atentan contra la misión" del organismo que integraba.

Además, rechazó las críticas formuladas por el abogado, que había sido nombrado por el exministro de Economía Axel Kicillof, y dijo que "no hay razón para la victimización que tanto les gustó", en una clara chicana al kirchnerismo. 

Por su parte, el diputado de Cambiemos Eduardo Amadeo, que firmó el dictamen de mayoría en la comisión bicameral —junto con su par Luciano Laspina y el senador Federico Pinedo— del pedido de remoción que había solicitado Macri al Congreso para desplazar a Biscay, reconoció que el exdirector fue desplazado por sus opiniones, al afirmar que debió haber sido "extremadamente prudente" con sus manifestaciones públicas respecto de la política económica del Gobierno. 

"Biscay debería haber tenido extremo cuidado con sus declaraciones", señaló Amadeo en declaraciones a radio Metro, en referencia a las opiniones en las columnas críticas publicadas por el ahora exdirector del BCRA que, según sostuvo el Gobierno en el decreto, "ponen en riesgo la estabilidad financiera".  

El legislador oficialista sostuvo que Biscay fue "extremadamente imprudente" por hablar en esa nota de "crisis y del dólar". "Los directores del Banco Central tienen que ser extremadamente cuidadosos con las declaraciones, porque son muy sensibles las cosas que ellos dicen, sobre todo, en Argentina, que tiene tanta memoria de las crisis financieras", expresó.

En ese sentido, consideró que "uno puede decir lo que quiera, pero pensando en el bien común". "La libertad de expresión es absoluta, pero también tiene que ver con la responsabilidad que uno tiene", concluyó el diputado. 

Su par Pablo Tonelli, otra de las espadas que tiene el macrismo a la hora de justificar decisiones polémicas, consideró que el directorio del BCRA no puede tener a "alguien que oriente la acción u opine en sentido absolutamente contrario a la conducción del banco".

"Si esas opiniones van en contra de la política fijada por la mayoría del directorio y de la política económica fijada por el Gobierno, no se puede tener en el directorio a alguien que oriente la acción u opine en un sentido absolutamente contrario al de la conducción del Banco Central y de la economía de país", sostuvo Tonelli en declaraciones a radio Del Plata.

En ese sentido, defendió la decisión del Presidente al señalar que "la bicameral dictaminó la recomendación del apartamiento" y él solo la cumplió. "Cuando se actúa directamente en contra de la conducción del banco poniéndole obstáculos a la conducción del banco eso ya no me parece normal ni saludable ni beneficioso para la conducción", agregó.

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