El discurso de Kast contra el "expansionismo” argentino: ¿estrategia electoral o conflicto en puerta?

ENTREVISTA. Juan Martín Fernández Quintero dialogó con Matías Virginillo, abogado y coordinador académico de la Red Argentina de Profesionales para la Política Exterior (REDAPPE), acerca de la situación actual entre Argentina y Chile.

Las elecciones presidenciales en Chile encendieron algunas alarmas en la Argentina. En especial por la irrupción de una figura como la del ultraderechista José Antonio Kast, que con el 27,9% de los votos, se impuso en la primera vuelta por sobre el izquierdista Gabriel Boric (25,8%) y se perfila como principal candidato para el balotaje del próximo 19 de diciembre.

Más allá de las implicancias que siempre tienen los comicios en un país vecino, que en el caso de Chile también representa a uno de los principales socios comerciales de la Argentina, en esta ocasión lo que llamó la atención fue el buen desempeño que tuvo un candidato con un discurso “antiargentino”, como lo definió Rafael Bielsa, embajador nacional en Santiago. Sucede que Kast, abogado de 55 años y fundador del Partido Republicano, recientemente reavivó los conflictos territoriales en zonas de la Patagonia y la plataforma continental y apuntó contra los “delirios expansionistas de la izquierda radical argentina”. 

Si bien desde Casa Rosada se despegaron de los dichos de Bielsa y aseguraron que fueron a título personal, la polémica declaración causó la respuesta del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, que mediante un comunicado de prensa calificó la definición del embajador como “una intromisión inaceptable en los asuntos internos de Chile”.

A fines de agosto, Piñera firmó un sorpresivo decreto en el que resolvió -de manera unilateral- la anexión por parte de Chile de unos 5.000 kilómetros cuadrados pertenecientes a la plataforma continental de la Argentina. Esta actitud produjo revuelo de este lado de la cordillera y la respuesta, a través de una protesta formal, de la Cancillería argentina, que cuestionó la “vocación expansiva” del país vecino.

En ese sentido, algunos meses antes, cuando Santiago Cafiero -por entonces jefe de Gabinete- presentó el nuevo mapa de la Argentina, validado por la Organización de las Naciones Unidas, que demarca la plataforma continental nacional, Kast, que hizo campaña levantando la bandera del “orden” y es nostálgico de la dictadura de Augusto Pinochet, salió a contestarle vía Twitter: “Argentina ya nos ha robado suficiente territorio a los chilenos. Espero que el Gobierno se ponga firme frente a los delirios expansionistas de la izquierda radical argentina #LaAntárticaEsChilena”.



Teniendo en cuenta esta situación, surge la pregunta de si, ante un eventual ascenso del abogado de 55 años al Palacio de La Moneda, las relaciones bilaterales con Chile podrían deteriorarse o si simplemente se trata de una retórica nacionalista para impulsarse en las elecciones presidenciales.

En ese sentido, Matías Virginillo, abogado y coordinador académico de la Red Argentina de Profesionales para la Política Exterior (REDAPPE), destaca que Latinoamérica se ha caracterizado durante el siglo XXI por ser una de las regiones más pacíficas del planeta y que “si bien las declaraciones del candidato chileno suenan estruendosas, no hay que dejar de enmarcarlas en un contexto político específico como es un proceso electoral polarizado donde los discursos centristas han perdido protagonismo”. Y añade: “La acusación de ‘expansionismo argentino’ no tiene asidero en la realidad pero favorece posiciones nacionalistas que Kast busca movilizar”.

De todas formas, Virginillo considera que, efectivamente, un triunfo del ultraderechista podría significar “un enfriamiento en las relaciones políticas argentino-chilenas”. Sin embargo, también pone de ejemplo la situación actual con Brasil, que a pesar del liderazgo de Jair Bolsonaro, contrario a los ideales de la administración de Alberto Fernández, la cooperación en determinados puntos estratégicos continua.


-Actualmente, ¿en qué condiciones se encuentra la Argentina para encarar un presunto conflicto o escalada en las tensiones con Chile por la plataforma continental?

-Argentina se encuentra muy bien posicionada en cuanto a lo que su plataforma continental respecta. El trabajo realizado por la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (COPLA) a lo largo de más de 20 años ha sido una verdadera política de Estado, lo cual no abunda en nuestro país. En 2016 y 2017, la COPLA logró que la Comisión de Límites de la Plataforma Continental (CLPC), órgano científico-técnico que pertenece al sistema de Naciones Unidas, reconozca las reclamaciones argentinas y nuestra plataforma se vio considerablemente ampliada. A su vez, otro sector de la plataforma se encuentra bajo el Tratado Antártico, el cual ha congelado cualquier reclamación de soberanía.


-¿Esta situación podría impulsar la necesidad de invertir en Defensa después de tantos años? ¿De qué manera podría actuar la Argentina para hacer frente al presunto conflicto?

-Argentina se encuentra en una región pacífica y que no posee importantes hipótesis de conflictos entre países. Esto, sumado a la historia reciente de golpes de Estado y a la derogación del servicio militar obligatorio en la década de los 90, explica en gran medida la disminución en el porcentaje de PBI que nuestro país le destina al gasto militar (0,76% del PBI para el 2020 según datos del Banco Mundial). Por otro lado, con ejemplos como el mencionado de la COPLA o que la locación de la Secretaría del Tratado Antártico se encuentre en el microcentro porteño, se puede inferir que el tema se ha venido desarrollando para Argentina dentro de los canales técnicos y diplomáticos. Teniendo en cuenta que esta estrategia de apoyarse en el sistema multilateral ha tenido éxito, es difícil prever cambios importantes en ella.


-Entonces, por el momento, las rispideces que generan los límites de la plataforma continental no se traducirían en un cambio en el apartado presupuestario de las Fuerzas Armadas… 

Cuando los países quieren buscar excusas para aumentar su gasto militar, las encuentran fácilmente. Argentina lo podría haber hecho sin necesidad de recurrir a Chile, por eso no creo que una eventual rivalidad retórica y transitoria con ese país pueda cambiar ese apartado presupuestario. Lo cual no significa que Argentina no requiera una actualización de su aparato militar en miras a que la diferencia de capacidades con el resto de las naciones no incremente.


Sobre el autor:

Juan Martín Fernández Quintero es Licenciado en Comunicación y Periodista especializado en política exterior. Redactor de Politólogos al Whisky.

Sobre el entrevistado:

Matías Virginillo es abogado y coordinador académico de la Red Argentina de Profesionales para la Política Exterior (REDAPPE).

Diarios Argentinos