“De ningún modo lo ambiental puede ser una cuestión menor”

La deforestación, el negocio inmobiliario son algunas de las causas del cambio climático y de la gran pérdida del ecosistema. ¿Cómo frenar los desastres ambientales con una perspectiva comunitaria? El País Digital dialogó con María José Parra, comunicadora social e integrante de ACUMAR.

Si hubiera que buscar solo dos características del 2020, bien podríamos nombrar a la pandemia por el virus de la Covid-19 y los desastres medioambientales, en parte, producido por la mano del hombre y sus entramados inmobiliarios. Pero si algo nos demostraron estas dos cuestiones, es que son más las personas comprometidas con el trabajo comunitario, social y que requiere el contexto. Y también que entienden que “la cuestión ambiental no es una cuestión superficial o alejada de lo que entendemos por justicia social”, porque “cuando pensamos en modelos justos y de desarrollo de nuestros pueblos, en definitiva, tiene que ser parte fundamental de las acciones que desarrollemos y de las políticas públicas que se generen”

En diálogo con María Jose Parra, Comunicadora Social y Directora de Fortalecimiento Comunitario y Promoción del Desarrollo de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR).


EPD: ¿Cuál es el rol de la dirección de Fortalecimiento Comunitario y Desarrollo de ACUMAR? 

MJP: Es un área creada bajo la presidencia de Martín Sabbatella con misiones y funciones vinculadas a dos ejes centrales de trabajo que el organismo jerarquiza en esta etapa: Una es coordinación de cultura y patrimonio, y la otra de empleo verde y desarrollo sostenible. Es nuestra misión, desde la dirección impulsar los ejes centrales que son materia de su competencia, tales como propiciar el fortalecimiento comunitario, la promoción de la cultura, la puesta en valor del patrimonio cultural, natural e histórico y el desarrollo de iniciativas que hagan a la promoción y al crecimiento del empleo verde en la cuenca Matanza Riachuelo.

 

EPD: ¿Cómo funciona este espacio y qué acciones lleva adelante para lograr sus objetivos? 

MJP: La dirección funciona a través del desarrollo de tres programas. Los que han salido en el Boletín Oficial, y que dependen para su implementación de la dirección a mi cargo y a través de las coordinaciones, son el de creación y fortalecimiento de viveros de producción de flora nativa.También el Programa de Integración Cultural y Turismo Sostenible y el Programa de Promoción de la Agroecología en la Cuenca Matanza Riachuelo. Los tres programas o básicamente dos de los tres, porque el vinculado con la promoción o la creación y fortalecimiento de viveros de flora nativa está vinculado con un trabajo que estamos desarrollando de manera articulada con los municipios de la Cuenca, es decir, aquellos municipios que tengan viveros y ordenanzas de arbolado público vinculadas a la forestación del territorio que cada uno ocupa. La intención es poder fortalecerlos con la línea de producción de especies nativas. 


EPD: ¿Qué tienen de particular las especies nativas? 

MJP: Las especies nativas son muy importantes para el organismo porque son las que permiten mejorar la biodiversidad de la cuenca y mejorar sus servicios ecosistémicos. Y eso, digamos, se vincula directamente con la recomposición ambiental que un organismo como ACUMAR se plantea. Ese es un programa bien propio del organismo. Los otros dos, el de agro promoción de la agroecología y el vinculado con el turismo sostenible, los desarrollamos en función de acuerdos de convenios con otros organismos del Estado; nuestro principal aliado es el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación, porque trabajamos en conjunto para poder impulsar en el territorio de la cuenca las líneas de trabajo que el mismo Ministerio desarrolla o puede desarrollar y que están vinculadas con lo que nosotros denominamos como turismo sostenible, turismo de naturaleza, turismo que ponga en valor el patrimonio cultural histórico natural con el que cuenta la cuenca, matanza, riachuelo. Y por otra parte, el programa vinculado con agroecología se desarrolla también en función de acuerdos y de convenios con otros organismos. 


EPD: ¿Cuáles? 

MJP: El caso de la Secretaría de Inclusión Social con el programa Sembrar Soberanía Alimentaria, y en el caso del convenio con el INTA para justamente trabajar de manera conjunta en la cuestión del ordenamiento territorial que haga posible la producción limpia, que es lo que denominamos como producción amigable en términos ambientales, y que en este caso se fusiona con los territorios rurales o perí urbanos


María José Parra en la Cuenca del Riachuelo. 


EPD: Estamos viviendo un fuerte cambio climático que afecta cada vez más a los espacios rurales, urbanos como a la naturaleza misma pero también se han conocido acciones por parte de personas que atentan contra el medioambiente. ¿Crees que es posible salvar y reconstruir al ecosistema? 

MJP: Es por lo que yo trabajo todos los días y creo que en términos de sociedad es el desafío que tenemos por delante. Entiendo que hay muchos sectores y del gobierno, en este caso también, que estamos muy convencidos y convencidas de que la agenda pública debe ser transversal a la cuestión ambiental para que pueda teñir con este tema a todas nuestras políticas públicas. Porque de hecho, si hay algo que deja en evidencia la pandemia es que no nos podemos olvidar de nuestra relación con la naturaleza. Este modo de ser en sociedad, vinculado exclusivamente a las ciudades, evidentemente tiene un límite. Nos olvidamos de relación con el entorno que habitamos, en definitiva con la naturaleza, y con el territorio en donde la percepción de la naturaleza está bastante lejana, ya que en las ciudades es muy difícil encontrar un espacio verde, un espacio natural que genere condiciones de vida más digna. 


EPD: ¿A qué crees que se deben los focos de incendios que se desatan con tanta frecuencia? 

MJP: Evidenciamos a nivel nacional, y también en otros lugares del mundo, que los niveles de quemas de bosques nativos, de pastizales o de espacios naturales están siendo cada vez más comunes, y se debe a dos lógicas. La lógica de no protección, de no preservación de los usos sostenibles de espacios naturales. Y por otro lado, la lógica de la rentabilidad, que esos espacios se ponen en función de la producción de monocultivos, por ejemplo, o de los de la especulación inmobiliaria. Entonces, ambas, durante la pandemia saltan muy a la vista. Nosotros y nosotras, o quienes estamos a cargo de organismos como ACUMAR, creemos que tenemos que trabajar para promover políticas ambientales, porque no existe ningún modo de que lo ambiental sea una una cuestión menor.


EPD: ¿Cómo logramos que el tema tome la relevancia que requiere? 

MJP: Tenemos que poner en agenda el tema y trabajar fuertemente por entender que la preservación de espacios como estos y sus usos sustentables tienen que ver con la posibilidad de desarrollo de una vida digna en sociedad. O sea que está directamente ligado a cómo eso a futuro impacta o no en nuestras condiciones de vida. Efectivamente creo que es posible lograrlo, porque veo que hay cada vez más conciencia en muchas personas y organizaciones sociales y también en espacios políticos, que dimensionan que la cuestión ambiental no es una cuestión superficial o alejada de lo que entendemos por justicia social. Cuando pensamos en modelos justos y de desarrollo de nuestros pueblos, en definitiva, tiene que ser parte fundamental de las acciones que desarrollemos y de las políticas públicas que se generen.  



EDP: ¿Qué avances notas en cuanto al rol del Estado? 

MJP: La cuestión ambiental ocupa un lugar importante en la agenda del Gobierno. El Ministerio de Ambiente, que había sido degradado a Secretaría, vuelve a ser Ministerio de Ambiente; otras jurisdicciones empiezan a tener áreas ambientales que se ocupan de los temas vinculados a sus territorios en particular. ACUMAR también cobra un impulso importante en esta etapa, y yo creo que hay avances en términos de política pública. También creo que es un tema en disputa, porque, insisto, hay dos lógicas contrapuestas no en el sentido del desarrollo, porque estoy convencida de que es posible pensar en un desarrollo sostenible. Pero está claro que hay intereses de por medio, o sea, la lógica depredadora del capital y extractivista histórica contra la lógica de desarrollo, con inclusión social, con justicia social y con sostenibilidad ambiental. De hecho la ONU nos invita a la humanidad toda a que pensemos en esa línea. Hay mucha masa crítica en este momento y muchos consensos internacionales respecto del tema, y esos acuerdos también se expresan en áreas del gobierno argentino.

 

EPD: Por último ¿De qué manera accionan con el Estado? 

MJP: Estamos en un nivel de trabajo muy mancomunado con los gobiernos de la cuenca, es decir con los municipios, con los estados locales y también con la Ciudad de Buenos Aires. La respuesta es muy buena. Nosotros venimos reuniéndonos con los intendentes y sus equipos. Lo que me hace pensar en qué podemos esperar grandes o interesantes desarrollos y proyectos para esta etapa. Esperamos que la pandemia pase y nos permita desplegar todo el potencial de política pública junto con los municipios, con los ministerios que nos acompañan en esta tarea y también los espacios de la provincia de Buenos Aires. Soy optimista en ese sentido porque, insisto, es por lo cual trabajo todos los días, así que me parece que hay un buen pronóstico con respecto a las acciones y las actividades que podemos lograr en porque estamos muy proclives a pensar y diseñar de manera conjunta políticas territoriales de desarrollo sostenible. 



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