Con Lula fuera de la carrera, ¿qué hará el PT de cara a las elecciones?

Aunque la posición oficial del partido es insistir con la candidatura del expresidente, hay algunos nombres que suenan como alternativas. La detención de Lula hace crecer el “voto bronca”.

“Las elecciones sin Lula son un fraude”, repiten los seguidores del expresidente de Brasil, que comenzó este fin de semana a cumplir su condena a prisión de 12 años. Aunque el Partido de los Trabajadores (PT) continuará con el impulso de su candidatura presidencial, es improbable que la Justicia revierta la sentencia contra el dirigente metalúrgico. ¿Qué hará el PT en ese caso? Las encuestas advierten sobre el efecto “Que se vayan todos” en caso de que Lula no pueda competir.

Cristiano Zanin, el abogado defensor del exmandatario, aseguró esta mañana que prepara una batería de recursos legales para que Lula recupere la libertad lo antes posible. El Superior Tribunal Electoral (STE) finalmente deberá decidir si admite su candidatura presidencial en agosto. Como rige la ley de Ficha Limpia, que impide la postulación a un cargo público de una persona con una condena en segunda instancia, salvo que la Justicia reconsidere en estos meses el fallo, Lula no podrá ser parte de la contienda.

Para el PT, impedir que el expresidente sea candidato es una burda proscripción sin sustento legal sólido. En efecto, Lula es el político con más posibilidades de triunfar en los comicios de octubre. De acuerdo con la última encuesta nacional realizada por el Instituto Datafolha, el dirigente metalúrgico obtendría entre 34% y 37% de los votos y ganaría en balotaje frente a cualquier rival.

El dilema de la izquierda es cómo transferir esos votos a un candidato alternativo. Dentro del PT, los dirigentes con aspiraciones para reemplazar a Lula en la contienda electoral son Fernando Haddad y Jacques Wagner. Haddad es exalcalde de San Pablo, recorrió el país junto con Lula y tiene llegada a la militancia partidaria; como contra, es resistido en su municipio. Wagner es un dirigente histórico del partido y gobernador del estado de Bahía, pero es investigado por irregularidades en la gestión pública. Ninguno de los dos políticos mide bien en los sondeos.

Fuera del PT, muchos observadores señalan a Guillermo Boulos como el preferido de Lula. Boulos proviene del universo de los movimientos sociales y está afiliado al Partido Solidario. Aún no levanta vuelo en las encuestas, pero podría cambiar si es ungido por el exmandatario encarcelado.

Según el mencionado estudio de Datafolha, un escenario sin Lula sería, por el momento, similar al de las elecciones legislativas de Argentina en 2001, que pasaron a la historia por la relevancia del voto bronca. Sin el exmandatario como candidato, el voto blanco, nulo o bronca en Brasil alcanza el 32%. El candidato de extrema derecha Jair Bolsonaro reuniría 18%, la ecologista Marina Silva cosecharía 13% y Ciro Gomes, del Partido Demócrata Laborista, un potencial aliado del PT, alcanzaría el 10%.

Aunque la campaña electoral aún no comenzó y la detención de Lula no se terminó de procesar, la competencia de cara a los comicios de octubre asoma incierta. Los candidatos de los principales partidos más allá del PT, Enrique Meirelles (PMDB) y Geraldo Alckmin (PSDB), aún no concitan apoyos a pesar de ser los aspirantes del establishment. El PT y la izquierda en general, por su parte, tendrá la tarea de construir contrareloj una candidatura alternativa capaz de recibir, no el carisma y el liderazgo de Lula, pero sí su popularidad y caudal electoral.

  

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