Con el respaldo de Argentina, la ONU exigió a Rusia el fin de su ofensiva

El texto oficial emitido por el organismo “deplora” la agresión rusa contra Ucrania y “demanda” a Moscú a que le ponga fin y retire inmediatamente y sin condiciones sus tropas del país vecino.

La Asamblea General de la ONU aprobó este miércoles por amplia mayoría, y con el voto de Argentina, una resolución para “exigir” a Rusia el cese de su invasión en Ucrania y condenó la violación del artículo 2 de la Carta de Naciones Unidas, que prohíbe recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza.

El texto que “deplora” la agresión rusa contra Ucrania y “demanda” a Moscú que le ponga fin y retire inmediatamente y sin condiciones sus tropas del país vecino, contó con 141 países a favor, entre ellos la Argentina. La resolución, que no tiene carácter vinculante, recibió únicamente cinco votos en contra (Rusia, Bielorrusia, Siria, Corea del Norte y Eritrea) y 35 abstenciones, entre los que se destaca China.

El resultado de la votación fue recibido en pie y con aplausos por una mayoría de la Asamblea General, que se reúne desde el lunes en una sesión especial de emergencia después de que Rusia vetase un texto similar en el Consejo de Seguridad.

El Gobierno argentino ratificó así, en la Asamblea General extraordinaria sobre Ucrania, la condena que había inaugurado el canciller Santiago Cafiero el lunes en el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, un organismo que ahora preside nuestro país.

“La República Argentina condena la invasión a Ucrania y reitera a la Federación Rusia que cese inmediatamente en el ilegítimo uso de la fuerza, así como las operaciones militares en territorio ucraniano”, dijo la embajadora argentina ante las Naciones Unidas, María del Carmen Squeff, en un mensaje de poco menos de seis minutos.

En su discurso, Squeff llamó a la cooperación y pidió desescalar el conflicto para llegar a una “solución a través del diálogo político”. Pero reiteró la “importancia de defender” la carta de las Naciones Unidas y el respeto por el derecho de las relaciones internacionales, y remarcó que ninguna incorporación de territorio puede ser legal “a partir del uso o la amenaza del uso de la fuerza” y pidió el reconocimiento de todas las normas del derecho internacional.

En respuesta a ese bloqueo, las naciones de Occidente acudieron a la Asamblea General -donde no hay vetos- para denunciar las acciones de Moscú y, sobre todo, mostrar su aislamiento en la escena internacional.

Tras continuas negociaciones en los últimos días lideradas por Estados Unidos, los países europeos y la propia Ucrania, la resolución fue copatrocinada por casi un centenar de países y recibió finalmente 141 a favor, mientras que apenas cuatro países se sumaron a Rusia en el “no”.

Mientras, 35 Estados optaron por la abstención (entre los que destacan China, Cuba, la India o Sudáfrica) y doce decidieron no participar en la votación (incluidos Venezuela, Marruecos o Etiopía). Para salir adelante, la resolución necesitaba el apoyo de dos tercios de los Estados miembros que votasen.

“El Gobierno ruso está cada vez más solo”, destacó inmediatamente después de la votación el embajador de la Unión Europea ante la ONU, Olof Skoog, que calificó el voto como “histórico”.

La Asamblea urgente fue convocada en Nueva York de forma extraordinaria, un acontecimiento que no sucedía desde hace 40 años, por la ofensiva rusa. Solo en 11 ocasiones en la historia del organismo se había llamado a esta convocatoria inusual. Sucedió porque el Consejo de Seguridad de la ONU –con el lógico veto de Rusia, miembro permanente— no pudo avanzar en una condena a la invasión.

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