Comienza hoy una nueva misión del FMI en la Argentina

Al igual que el año pasado, la delegación permanecerá dos semanas en el país. Un mes después, el organismo elevará un informe con recomendaciones al directorio del Banco Central.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) iniciará una nueva misión en el país para mantener reuniones con los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne; de Finanzas, Luis Caputo, y con Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central (BCRA), y para evaluar la economía argentina. 

La delegación está encabezada nuevamente por el economista italiano Roberto Cardarelli y se prevé que permanecerán, al menos, dos semanas en el país para luego, un mes después, elevar el informe final al directorio del BCRA.

La revisión se llevará a cabo en el marco del conocido Artículo IV, que habilita a una inspección anual y de rutina de todos los países miembros del organismo. Esta tarea se rehabilitó en 2016, luego de una década sin realizarse por decisión de los Gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández.

La llegada del FMI se da en medio del anuncio por parte del presidente Mauricio Macri de las reformas tributaria y laboral, entre otras medidas que forman parte del paquete que busca acordar el Gobierno con distintos sectores, en línea con lo requerido por el organismo. 

En septiembre del año pasado, cuanto se desarrolló la visita anterior, Cardarelli se reunió con el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger; con el entonces ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay; con el titular de la cartera de Trabajo, Jorge Triaca; con la cúpula de la Unión Industrial, y con legisladores.

En su informe final de aquel paso por el país, publicado a fines de noviembre, el organismo internacional recomendó al Gobierno argentino bajar el déficit fiscal y quitar subsidios energéticos "mal focalizados y distorsivos".

Consideró, además, que el tipo de cambio se encontraba sobrevaluado entre un 10 y 15 por ciento, pidió un aumento de la edad jubilatoria de mujeres de 60 a 65 en un plazo de diez años y marcó la "necesidad de infundir progresividad al sistema impositivo".

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