Carina López Monja: "Larreta mostró la cara de mayor crueldad que uno puede imaginar"

En diálogo con EPD, la candidata a diputada del FdT en CABA cuestionó la gestión del Gobierno porteño, sostuvo que Alberto Fernández tiene que retomar el "contrato social" que lo llevó a la presidencia y opinó sobre el rol de los medios.

La candidata a diputada nacional del Frente de Todos y del Frente Patria Grande en la Ciudad de Buenos Aires Carina López Monja dialogó con El País Digital sobre el actual escenario político que enfrenta el Gobierno nacional, la gestión de Horacio Rodríguez Larreta durante la pandemia y el rol que cumplen los medios de comunicación.

Durante la charla con este medio, López Monja se definió como una militante que se sumó a la política a partir de la crisis del 2001 y los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Además, se identificó como una feminista de izquierda que "cree en la organización colectiva para transformar la realidad". 

Sobre la actual coyuntura política, aseguró que el Gobierno nacional "escuchó" el resultado de las urnas que arrojaron las PASO y sostuvo que el Frente de Todos debe "recuperar el contrato social" que hizo que le ganara al macrismo en 2019. Por último, criticó en duros términos el accionar del PRO durante la emergencia sanitaria: "La pandemia puso sobre la mesa que ni siquiera les interesaba cuidar la vida".


A modo de perfil, ¿cómo te definirías como dirigente política?

En primer lugar me defino más como una militante que como una dirigente política. Yo milito desde hace 20 años, empecé después del 19 y 20 de diciembre del 2001. De alguna manera, me acercaron a la militancia dos hechos fundamentales: diciembre del 2001, cuando me sumé hasta individualmente a las movilizaciones y a las asambleas de los barrios, y el 26 de junio de 2002, el día que asesinaron a Darío Santillán y Maximilano Kosteki. En aquel momento, yo estaba estudiando periodismo y vi en la televisión las imágenes de la represión. Entonces decidí ir a Plaza de Mayo a acompañar y a solidarizarme con la situación y una semana después estaba militando en el Movimiento de Trabajadores Desocupados, que luego se fue conformando en el Frente Darío Santillán donde hoy sigo siendo parte.

Me defino también como feminista de izquierda. En ese sentido, creo fundamentalmente en poner el cuerpo y en la organización colectiva para transformar la realidad. Entiendo que los cambios tienen que ver con la fuerza concreta que uno va construyendo para realmente lograr transformaciones y eso se expresa en la lucha en las calles y en las instituciones también, y en ese proceso no hay nada más importante que la organización colectiva para poder llevar adelante esas transformaciones por las que peleamos, por las que ponemos el cuerpo, por las que nos organizamos. 

Y me defino tambien como feminista porque me planteo deconstruir de alguna manera lo que el sistema hizo de nosotros. Hay una frase que a mi me gusta mucho: “uno es lo que puede con lo que las circunstancias hicieron de uno” y lo que se puede transformar de uno y luego de otros y de otras del mundo. Por eso creo que una de las tareas fundamentales tiene que ver con  con poder participar e ir transformando desde los valores el sistema por el cual uno está atravesado y/o atravesada. 


¿Qué expectativas tenés para las próximas elecciones, pensás que el Frente de Todos puede lograr una mejor cosecha de votos?

Creo que después del resultado de las PASO nuestro Gobierno escuchó el mensaje de las urnas y desde entonces a hoy venimos hablando con cada uno de los vecinos y vecinas, barrio por barrio, a lo largo y ancho del país para escuchar y cambiar el rumbo, para poder retomar el contrato social que se propuso en el año 2019 y en el cual mucha gente confió, pero en el medio vino la pandemia. 

Por este motivo, considero que una de las cuestiones centrales tiene que ver con recuperar justamente ese contrato social. Sabemos que la situación económica es muy difícil, la vivimos, y después de cuatro años de macrismo y de políticas neoliberales, y de dos años de pandemia, uno de los desafíos centrales del Frente de Todos tiene que ver con eso, con dar respuesta a un escenario económico muy  complejo, que viven todos los sectores sociales de Argentina, y tal vez en mayor medida los sectores más humildes de nuestra patria. Ahí es donde tenemos que fortalecer nuestra labor, es decir escuchar más.

El resultado de las urnas será el 14 pero nosotros no militamos por un resultado electoral, sino que ponemos el cuerpo todos los días para cambiar la realidad y fundamentalmente teniendo en cuenta que el escenario que vivimos hoy es muy acuciante y necesita de una respuesta fuerte. Nosotros venimos de escuchar y cambiar el rumbo desde la fuerza que participamos, que es el Frente de Todos y Frente Patria Grande. Cambiar el rumbo en materia económica tiene que ver con eso, con dar una respuesta urgente y que nuestro Gobierno pueda avanzar en esa línea.


¿Cómo calificás la gestión de la pandemia del Gobierno de la Ciudad y cuáles creés que son las problemáticas más urgentes que atraviesa el distrito?

Durante la pandemia Horacio Rodríguez Larreta mostró la cara de mayor crueldad e insensibilidad que uno puede imaginar de un gobierno gestionando en medio de una crisis sanitaria mundial. En el peor momento hubo vecinos y vecinas de villas y barrios populares sin agua y frente a ese reclamo, el PRO miró para otro lado. Producto de esa situación, se contagiaron vecinos de coronavirus y fallecieron. Tal vez el ejemplo más claro es el de Ramona (referente de la Garganta Poderosa), símbolo de la desidia y el abandono del Gobierno porteño, pero eso también se expresa en ejemplos cotidianos en los distintos barrios y sectores, durante todos estos años de gestión larretista. 

El tema es que la pandemia puso sobre la mesa que ni siquiera les interesaba cuidar la vida. Así como se vio esta situación del agua, se recortaron alimentos en los comedores populares en el medio de una situación en la que cada vez más personas se acercaban  para pedir un plato de comida porque no podían salir a trabajar porque la plata no alcanzaba, no podían hacer changas porque estaban encerrados, y ahora ya en esta “salida de la pandemia” decidieron directamente cortar los alimentos que se les daba a los adultos mayores en varios barrios populares de la Ciudad. 

Por otra parte, uno podría decir que hacia afuera Larreta siempre mantiene ese discurso de agradecimiento a los vecinos de los barrios populares, a los trabajadoras y promotoras de salud, a las enfermas y a los médicos, pero la verdad es que mientras públicamente agradeció los volvia a precarizar, seguía sin reconocer a los trabajadores de la salud, es  una situación de doble discurso que marca la perversidad y el abandono absoluto hacia grandes sectores de la población. 

A su vez, de más está decir que Larreta no dio ningún tipo de ayuda económica, incentivos, ni exenciones a los sectores del turismo de la Ciudad ni a los comerciantes. Hubo una política transversal de no acompañar y no cuidar a la población en el peor momento de la pandemia y en el momento de confinamiento más estricto, y creo que eso ha dejado secuelas que se reflejan en los problemas más urgente que tiene en la actualidad el distrito. Uno claramente tiene que ver con el acceso a los servicios básicos, la pandemia demostró que esa realidad que muchas veces queda invisibilizada, en donde hay por ejemplo una causa de riesgo eléctrico de más de 10 años en la villa 21/24 del barrio de Barracas, o la falta de cloacas y de agua potable en los grandes sectores de la villa 31, por dar dos ejemplos concretos que pueden implicar la muerte de vecinos y vecinas. 



El tema de la inflación y el congelamiento de precios es uno de los temas de la agenda política, ¿Qué evaluación tenés al respecto sobre las medidas que tomó el Gobierno nacional y qué falta para tener una perspectiva de mejora?

El acuerdo de precios fue la medida más importante que tomó nuestro gobierno después de las PASO y fundamentalmente tiene que ver con una respuesta a las demandas que se expresaron en las urnas que tienen que ver con la situación económica. Puede haber paritarias, puede haber un acompañamiento del Estado en la economía, pero si eso después lo licua la inflación a través de los precios de los alimentos y un aumento desmedido lo que sucede es que esa suba se la llevan las grandes empresas.

Sería deseable que en Argentina nos pudiéramos poner de acuerdo en que cualquier familia pueda acceder a una canasta básica de alimentos. No importa cuál sea esa canasta, pero que sea un acuerdo y que se garantice que ninguna persona esté por debajo de la indigencia y pueda tener a su alcance los alimentos básicos. Considero que ahí hay un desafío que fue lo primero que se expresó en esta decisión que tomó Roberto Feleti, que lo que marcó fue justamente la intransigencia de parte de algunas empresas que directamente rechazaron la medida y amenazaron con el desabastecimiento, El propio Larreta salió a hablar de desabastecimiento, lo que dejó en evidencia que algunas de esas firmas alimenticias que ganaron durante la pandemia quieren seguir teniendo un margen de acaudalamiento fabuloso y no quieren perder ni un poquito a costa de las grandes mayorías. Ese nivel de especulación, de concentración y de intermediación de la cadena agroalimentaria es lo que hay que discutir de fondo. 

En Argentina ya hace muchos años que a los productores de frutas y verduras de la tierra, les dan muy poco por lo que producen y así pierden, y sin embargo a los consumidores cuando vamos a las góndolas nos cobran muy caro lo que compramos. La ganancia se la lleva únicamente los intermediarios encarnados en esos grandes monopolios, hipermercados, que son los que cuando uno mira los balances económicos son los únicos que incrementaron sus bienes. En la Argentina que estamos viviendo hay que entender, como pasó con el aporte a las grandes fortunas, que los grandes millonarios, los que tienen las offshore, se llevan la plata afuera. Los que compran dolares en algun momento van a tener que hacer una aporte para pensar un esquema menos desigual que el que tenemos. Pienso que ese es el debate profundo que tenemos en la Argentina y que este es un primer paso para garantizar el bolsillo de todos los trabajadores que viven en Argentina.

Por último, desde la economía popular venimos hace muchos años construyendo también espacios de comercialización alternativos, y creemos que pueden ayudar y aportar a desconcentrar nuestra economía. Si la inflación es multicausal, si no tienen que ver con los insumos dolarizados, y no tiene que ver solamente con los vaivenes de la economía, sino con este nivel de concentración y monopolios que pueden decidir en cualquier momento aumentar los precios como se les dé la gana y desabastecer el mercado, lo que necesitamos es discutir las cuestiones de fondo y para eso hay que desconcentrar la economía, hay que tener políticas de fomento para el acceso a la tierra. Hay proyectos de ley presentados en el Congreso nacional, hay una agenda de tierra techo y trabajo, planteada por las organizaciones populares, hay un plan de desarrollo humano integral, trabajado entre sindicatos y movimientos populares, que se está estudiando en el parlamento, hay que avanzar en esa línea para no solo discutir el congelamiento de algunos precios sino como pensamos la producción, el consumo y el acceso a los alimentos básicos porque entiendo que la alimentación no puede ser un negocio, no puede ser algo con que lucrar, sino solamente un derecho humano.


¿Con qué ejes de gestión debería encarar la segunda parte del mandato Alberto Fernández?

En esta segunda etapa y en esta salida paulatina de la pandemia el objetivo es recuperar, retomar el contrato social por el cual se votó al Frente de Todos en el 2019. La unidad de la coalición y la necesidad de desalojar de manera democrática al Gobierno de Mauricio Macri tenía que ver con fortalecer otro proyecto de país, y salir del pozo y de las consecuencias de 4 años de las políticas neoliberales de Cambiemos. Muchas de esas cosas no se pudieron hacer por la pandemia, por que se tuvo que atender el escenario de emergencia sanitaria. Hubo que fortalecer el sistema de salud, la economía y la población en medio de un escenario de confinamiento. Por este motivo, hay que recuperar esa idea de empezar por los últimos para llegar a todos, algo que ha planteado desde el inicio de su gestión el presidente Alberto fernandez y tiene que ver con reformar lo que ha sido el ADN de la política macrista. 

Hay que recordar y remarca para que no se olvide que durante los 4 años del Gobierno de Macri hubo una transferencia fenomenal de recursos, de apropiación de la renta, por parte de las grandes empresas, de los sectores económicos más concentrados. El ejemplo más claro fue el de las empresas energéticas que tuvieron un incremento fenomenal, y que muchas personas en Argentina tuvieron que decidir entre comer o prender la luz, y por este motivo entiendo que hoy lo que hay discutir en nuestro país más allá de que ver que se hace con la pobreza, es ver como debatimos la riqueza, que significa discutir la desigualdad. Entonces, para pensar un esquema de distribución del ingreso más equitativo hay avanzar sobre algunos intereses, dialogar, negociar, discutir, pero por supuesto para cualquier política soberana de desarrollo económico, de generación de empleo, de productividad, hay que resolver el escenario con el Fondo Monetario Internacional. Porque si hubo algo que nos dimos cuenta durante la gestión de Cambiemos fue de la capacidad de hacer tanto daño en tan sólo 4 años, de endeudarte por 100 años e impedir que tengamos soberanía económica.


Como periodista, ¿cómo analizás el rol de los medios durante la pandemia y en el actual escenario político?

Los medios de comunicación tal como los conocemos no existen mas, lo que hoy tenemos no tienen nada que ver con los que existía antes, no hay mirada crítica, se refuerza la agenda de las empresas, y se volvieron en su gran mayoría órganos de operación política o económica. Un ejemplo claro es que hay algunos medios que todos los días te muestran que el dólar blue aumentó un peso, dos pesos y en realidad el aumento del dólar blue en el mercado y en el volumen de compra representa el 1% en la compra total de mercado cambiario y sin embargo es lo que te marca la agenda, y a partir de eso se discute si la economía anda bien o anda mal. 

Cuando uno habla con alguien a veces te plantea que la situación económica es mala y a veces no lo dice por su situación particular, sino que lo menciona por lo que escuchó en los medios porque el dólar ilegal aumentó y demás. Eso es un ejemplo concreto de lo que pasa cotidianamente, de lo que se convirtieron las empresas periodísticas, sin hablar además de las fake news, y sin hablar del blindaje mediático que existe porque los medios tienen la capacidad de reforzar por un lado lo que cada persona piensa y eso hace que se profundice una grieta donde las personas que miran, escuchan o leen algún medio de comunicación simplemente lo hacen para acentuar sus ideas y así desaparece la posibilidad de diálogo y de debate y de pluralidad porque además existe un blindaje brutal como con lo que pasa en la Ciudad con el gobierno de Larreta. 

En Argentina se discute mucho sobre la pobreza, sobre el trabajo y los planes sociales, que también representan muy poco dentro de la inversión que hace el Estado nacional, y sin embargo se debate muy poco sobre la riqueza, y sobre la cantidad de empresas argentinas que tienen ganancias millonarias y fabulosas y llevan su dinero a las offshore. Bueno creo que eso muestra el escenario que estamos viviendo y que lleva a pensar otras formas de comunicación, por eso insisto los medios como existieron, no existen más y hay que pensar cosas nuevas.

Además, la pandemia mostró también que lamentablemente el ensañamiento contra un sector politico puede agitarse y amplificarse desde los medios. En el peor momento del coronavirus hubo quienes le dieron aire a los antivacunas, que difundieron fake news y sembraron dudas sobre la vacunacion, mostraron la peor cara del "periodismo".


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