Bono a 100 años: ¿solo un golpe de efecto?

El economista Jorge Carrera aseguró hoy en una entrevista radial que la emisión se debió, en buena medida, a amortiguar el golpe que supone seguir manteniendo la calificación como “mercado de frontera”.

La emisión del bono a 100 años que anunció el ministerio de Finanzas el lunes pasado sigue levantando polémica en la sociedad argentina. Políticos y economistas de todo el arco opositor se pronunciaron en contra de la medida oficial.

Según el economista Jorge Carrera, lo que buscó el equipo económico fue dar un golpe de efecto en los mercados: “Cuando un deudor está volviendo a los mercados, una de las recomendaciones es emitir a 100 años para completar la curva de rendimientos. Lo hizo México y Petrobras”, aseguró hoy Carrera en el programa radial  Y Ahora Quien Podrá Ayudarnos de la emisora Radio Con Vos.

En parte, el anuncio del lunes también se debe a que el ministro Luis Caputo tenía información certera de que Argentina no iba a conseguir salir de la calificación de “Mercado de Frontera” para pasar a “Mercado Emergente” que otorga la Morgan Stanley Capital International (MSCI), por lo que se buscó un golpe de efecto que amortiguase la mala noticia.

“Eso explica que la tasa del bono fue alta y el monto no es muy grande. Y que se haya apurado en lugar de esperar para ver si Argentina entraba como mercado emergente. Al emitir un bono a 100 años, se congela la tasa alta por todo ese periodo. Si el Gobierno piensa que logrará bajar la tasa a niveles de otros países 4 o 6 %, hubiera sido mejor esperar y emitirlo cuando esto ocurra. Y emitir deuda más corta mientras tanto”, explicó el economista.

En el análisis económico, el problema central no es la emisión relativamente chica a muy largo plazo, sino que el stock de deuda en dólares y pesos crece muy rápido y la tasa es muy alta. Por ejemplo, solo en deuda del Tesoro se está pagando 2 puntos del PBI por año en servicios (capital e intereses).

Según afirmó Carrera, “esto se encamina a una situación de dominancia financiera, tienen que bajar el gasto público doméstico para poder pagar los crecientes servicios de deuda. El año que viene quieren bajar el déficit primario de 4.2% a 3.2%. Pero esa mejora se la lleva en gran parte el aumento del gasto financiero”.

Otro problema adicional de la toma de deuda en dólares radica en la afectación de la inversión extranjera en activos productivos: se estimula la inversión financiera en pesos por las altas tasas y la garantía de que por un tiempo el dólar estará sobreofertado. Si el tipo de cambio mejora, se puede generar un problema fiscal, ya que hay que recaudar más pesos por cada dólar que hay que pagar.

Las provincias también pueden ver afectada su situación, ya que se están endeudando en dólares para pagar gastos en pesos.

Fracasó en Diputados el proyecto para que el Congreso autorice toma de deuda

Por el momento, no está en los planes del Gobierno dar intervención al Congreso Nacional en la decisión de la toma de deuda. Hoy se cayó en la Cámara de Diputados un proyecto de modificación de la ley 24.156 de administración financiera y de los sistemas de control del sector público nacional. La modificación establecía quitarle la potestad al Poder Ejecutivo de realizar operaciones de crédito público o reestructurar deuda pública y pasarla al Congreso Nacional, donde se debía autorizar mediante ley especial.

El proyecto que requería el voto afirmativo de los tres cuartos de los 211 diputados presentes solo consiguió el apoyo de 135 diputados entre el Bloque Justicialista, el Frente para la Victoria–PJ y el Frente UNA. Hubo 74 votos negativos conformados por el bloque oficialista Cambiemos y aliados, y una sola abstención.

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