Paso atrás: Bolsonaro dijo que quiere "una buena relación" con Argentina

La visita de Felipe Solá a Brasil abrió una nueva etapa entre ambos países. El mandatario carioca aseguró que sus cancilleres buscarán una fecha para que concrete su primer encuentro con Fernández.

Jair Bolsonaro parece haber cambiado su postura de confrontación contra el gobierno de Alberto Fernández. El presidente de Brasil señaló que busca "una buena relación" con la Argentina y avisó que los cancilleres de ambos países, que se reunieron la semana pasada, acordarán una fecha para el primer encuentro entre los dos jefes de Estados. 

"Lo que nosotros queremos con Argentina es el Mercosur, una buena relación, pero teniendo a la democracia y a la libertad por encima de todo", afirmó el mandatario brasileño ante periodistas de su país.

El miércoles pasado, la visita del canciller argentino, Felipe Solá, al Palacio del Planalto, sede del gobierno en Brasilia, abrió una nueva etapa entre la relación de los dos países, tras varios cruces dialécticos entre Bolsonaro y Fernández que se sucedieron durante la campaña presidencial y también una vez asumido el argentino. 

Solá estuvo reunido con su par local, Ernesto Araujo, y también con el propio mandatario brasileño, donde coincidieron en la necesidad de fortalecer las relaciones bilaterales y el crecimiento del Mercosur. 



Tras ese primer acercamiento, Bolsonaro mostró su deseo de encontrarse con Fernández y explicó que la fecha "dependerá de los dos cancilleres". En un principio, él le propuso al argentino concretar una reunión para el 1 de marzo en Montevideo, Uruguay, en el marco de la asunción del nuevo presidente electo, Luis Lacalle Pou. 

Pero el propio Alberto ya avisó que no podrá. "En ese día hay un evento en Argentina, el inicio del año legislativo, y (Fernández) difícilmente podría acudir. Yo les dije que podía quedarme más tiempo en Uruguay en caso de que él fuera a Montevideo. Parece que ahora no habrá tiempo para cumplir esa agenda", indicó el de Brasil.



Los cruces entre ambos

Así, parece que los tiempos de hostilidad quedarán atrás. El primer cruce entre ellos se produjo poco después de las PASO del 11 de agosto, cuando el del Frente de Todos se impuso por 15 puntos ante Mauricio Macri.

Fue entonces que Bolsonaro se metió de lleno en el tema y aseguró que no quería "hermanos argentinos huyendo para Brasil en vista de las cosas malas que parecen estar pasando allí si estas elecciones celebradas se confirman en el mes de octubre", comparándolo con Venezuela.


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"Celebro enormemente que hable mal de mí. Es un racista, un misógino, un violento. (...) Lo que le pediría al presidente Bolsonaro es que lo deje a Lula libre y que se someta a elecciones con él en libertad", respondió en su momento Fernández.

Aunque luego el argentino eligió bajar el tono a la confrontación, el presidente brasileño continuó con sus ataques. Primero amenazó con excluir a la Argentina del Mercosur si ganaba el compañero de fórmula de Cristina Kirchner, y luego, una vez consumada la victoria en las elecciones del 27 de octubre, sostuvo que los argentinos "eligieron mal".

También se sumó la burla de uno de los hijos del jefe de Estado, Eduardo, contra Estanislao Fernández, el hijo del presidente electo argentino, con un meme en las redes sociales.

Otro de los episodios de tensión fue cuando Bolsonaro anunció que las multinacionales Honda, L’Oreal y MWM cerrarían sus fábricas en la Argentina para instalarse en su país, luego desmentido por representantes de esas mismas empresas, por lo que tuvo que borrar el tuit.

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