Ante la muerte
OPINIÓN. Tal vez, después de todo, Maradona fue un artista del pueblo.
UNO
Ante la muerte de un ídolo popular pienso: una cosa es que un personaje no te caiga bien o que su obra o su persona no te lleguen, otra muy distinta es que te muestres insensible ante lo popular.
DOS
Tal vez, después de todo, Maradona fue un artista del pueblo. Puede o no gustarte la estela que dejaron su obra u su personaje, pero, ¿cómo reaccionás, cómo te vinculás con el dolor de un pueblo?
TRES
Algunos museos, entre ellos el MALBA y el Rijksmuseum, hablaron del futbolista en términos artísticos. Alguien dijo “performer” y no parece descabellado. Ese ataúd en el centro de la Casa Rosada, rodeado de una montaña de camisetas, parece su última jugada performática.
Y, algo no menor: se trata uno de los primeros ídolos populares de los que tenemos registro fílmico y álbum familiar desde su niñez hasta su muerte.
CUATRO
Pero también, Maradona, un lúdico con la palabra. Aquello de “se le escapó la tortuga”, “la tenés adentro”, “me cortaron las piernas” o “la pelota no se mancha”, que rápidamente pasaron al acervo popular, así como frases de profunda belleza como “cuando entré al Vaticano y vi todo ese oro, me convertí en una bola de fuego”. No cualquiera crea con el lenguaje de ese modo. No cualquiera hace que sus palabras terminen en boca del pueblo. No cualquiera…
CINCO
Hernán Vanoli escribió en Twitter: “No sólo estamos despidiendo a un deportista irrepetible, estamos llorando porque fuimos contemporáneos de nuestro poema épico nacional y se terminó”.
SEIS
Así como se le escribieron canciones y se le dedicaron películas, a Maradona también le dedicaron poemas. En 2008, Benedetti le escribió “Hoy tu tiempo es real”, ése que termina diciendo:
Vida tuya tendrás y muerte tuya
Ha pasado otro año, y otro año
Les has ganado a tus sombras, aleluya.
Otro de los poemas más conocidos es el que le dedicó Leonardo Favio, “Mi cotidiano insomnio”, del que rescato estos versos.
Ya no tendrás olvido,
ya no tendrás descanso.
Mientras haya un planeta en que respire un niño,
un niño habrá que sueñe que es Diego,
y que repite los goles imposibles
de músicas y pájaros.
SIETE
Hay una página que recopila más de un centenar de poemas dedicados a Maradona.
OCHO
Tal vez no fue Dios, ni artista, ni poeta. Tal vez fue sólo Maradona y necesitemos arrimarlo a nuestros lenguajes para aferrarnos a algo. Quizás, haya sido todo eso.
NUEVE
Lo cierto es que movió y mueve fibras muy sensibles. La noche del día en que lo enterraron, yo (que no tengo un vínculo muy estrecho con su figura y su obra), soñé con mi padre. En el sueño, mi papá estaba vivo.
Tenía 4 años en el ´86. No sé de mística futbolística, pero el otro día, algo de lo paternal me fue devuelto en forma de sueño.
OCHO
Durante la pandemia, sobre todo durante las primeras semanas de la cuarentena, lancé un proyecto muy pequeño y que no tenía más ambición que contener y acompañar con poesía. Se llama POESÍA PARA TODES y, básicamente, invita a dejar versos para cadáveres exquisitos (una construcción colectiva y automática en la que nadie sabe qué escribieron lxs otrxs) y otros juegos literarios. La primera semana se repetían las manos. La tercera semana los cuerpos y el deseo sexual. Cuando me enteré de la muerte de Maradona supe que muchxs podían necesitar de la poesía para decir algo de su duelo. Éste es el resultado del Cadáver exquisito para Maradona:
El Diego fue la representación física, en carne propia y en forma de felicidad, de la Justicia Social
El Diego, el más humano de todos.
Fue Cristo, pero en el desierto tomó la tentación y la hizo gloria.
sembrador de alegría para los perdedores
El último y mejor de su especie, con él se confirma el final de la modernidad.
Representante emblemático argento: apellido italiano, del barro pampeano, nacional y popular, talento y viveza, hambre y saciedad.
Amado por todos los estratos sociales trascendió al fútbol para hacer de lo más importante de las cosas menos importantes una filosofía.
representante del pueblo, soy argentina porque soy de Maradona
los pies, en el barro; la mirada, al frente; el alma, en todas partes
Reducirlo solo a categoría de futbolista es banalizar lo humano.
Diego y mi viejo, una rima paralela, una unión trascendental.
Maradona fue madres, abuelas y la Patria Grande.
Maradona es igual a la identidad colectiva del pueblo argentino.
Sus claroscuros, sus grises, su luz brillante, su pasión exaltada, su cansancio y su atardecer prematuro.
El hombre que no estaba detrás del mito. El hombre que era un mito
Lloramos en idiomas desconocidos nos abrazamos sin tocaranos. El dolor ahora lleva su nombre
la redención es un pueblo que llora
¡No te fuiste mi querido Diego!
Mito de los mitos. Artista popular
Lo tocó la mano de Dios
Maradona, Maradueño del pueblo que grita hasta el final, Maradueño del corazón popular un poco menos enfermo cuando es goleado.
te lloré por mi viejo y por mí, por acá. Supongo que él te abrazará por lxs dos por allá.
Cuando todo pase, tu permanencia, este amor que supiste conocer en vida, hasta siempre
Quedé huérfano espiritualmente
el tiempo en vos es un signo de puntuación mal puesto
haremos erospolítica de tu vida
El día que gritó un gol a cámara tenía cuatro años. Algo quedó grabado para siempre. Supe que, tal vez, se podía vivir la vida con la intensidad de un grito de gol.
Por tu cuna de potrero
Nuestro deseo y sentimiento
No sé de vos en mí más que esto:
nunca renegaste del origen
Por vos hacemos pases con la zurda
Fuiste la alegría infantil y eterna
Sos, fuiste y serás amor, siempre Pueblo.
una floritura muscular inexplicable, de cuore universal
Un pedacito del conurbano en el mundo
todo de barro
Una orfandad colectiva. Un poco de todes, eterno
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