A la guerra por un grano: el paro del campo y la respuesta del Gobierno

Un sector de la Mesa de Enlace puso el grito en el cielo y anunció un paro por el cierre temporal de las exportaciones de maíz dispuesto por el Gobierno. ¿Cuáles son las claves del conflicto?

A poco de comenzar el 2021 y luego de dejar atrás un 2020 más que complicado, el Gobierno nacional, que aún enfrenta el avance de la pandemia, tienen otro conflicto en ebullición: un sector de la Mesa de Enlace anunció este martes un cese de comercialización de todos los granos desde el lunes 11 hasta las 24 del miércoles 13 de enero, en rechazo al cierre temporal de las exportaciones de maíz, que dispuso el Ministerio de Agricultura la semana pasada. Las medida de fuerza tiene el (nada sorpresivo) apoyo del macrismo y la resistencia de fracciones aliadas. ¿Cuáles son las claves del conflicto?

Las voces en disputa

La protesta tiene el aval de tres entidades (Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) , Federación Agraria Argentina (FAA) y la Sociedad Rural Argentina (SRA)) que integran la Mesa de Enlace y el rechazo de una, que salió a criticar públicamente la medida: Coninagro. “No es momento para un paro, pero si para reclamar que las medidas tomadas por el gobierno de intervención y regulación de los mercados no son las adecuadas", expresó el titular del la asociación agropecuaria, Carlos Iannizzotto.

En contrapartida, el sector de la Mesa de Enlace que decidió llevar adelante la medida de fuerza insistieron “en la necesidad de revisar esta medida absolutamente negativa para los intereses de todos los argentinos, en un marco del diálogo con las autoridades que puedan resolver los destinos del futuro del campo y del país”.

Como era de esperarse el paro del campo tiene el respaldo del macrismo. Los integrantes del Interbloque de Diputados de Juntos por el Cambio se sumaron a las criticas al Gobierno por el cierre de las exportaciones de maíz: “Es un golpe debajo de la línea de flotación de una actividad generadora de divisas”.

“Cerrar las exportaciones va a producir el efecto contrario al buscado. Caerá la inversión, aumentará la desconfianza de los productores y se desplomará la producción. Los únicos favorecidos por esta medida serán los otros países que producen maíz y que compiten con nosotros. Ellos ya están celebrando y esperan ocupar el espacio vacío que la Argentina dejará en el mercado internacional”, señalaron desde la bancada opositora.

Ante esta situación, la respuesta oficial no se hizo esperar, y fue tajante: “Que aquellos que pueden hacer el esfuerzo lo hagan. No solo con el aporte extraordinario sino también cumpliendo su responsabilidad en las decisiones que están marcadas por el interés colectivo y no solo por el interés sectorial. Al campo le ha ido muy bien y por una vez debe pensar en el bien de los argentinos. Tuvieron ganancias por encima de la media de los argentinos", afirmó el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis.

Por su parte, el presidente Alberto Fernández salió también a cuestionar el cese de la comercialización granos y le pidió compresión a las entidades del campo: "Yo hablo de gobernar un país en pandemia y me contestan como si fuera gobernar un país normal y esto no es normal. Yo tengo que cuidar el bolsillo de la gente porque estamos en una situación muy delicada, muy delicada. Yo no puedo seguir funcionando con la lógica de una economía normal, porque no estoy en una economía normal"

El mandatario afirmó que este es un tiempo para preocuparse por "los que menos tienen" porque se trata de "una situación de emergencia" y reiteró sus dudas sobre el manejo del campo: "No entiendo por qué a los argentinos tienen que cobrarles el maíz igual que se lo cobran a otro que quiere comprar en otro lugar del mundo. ¿Por qué tienen que hacerme pagar a mí el precio que paga el mundo?".

En esa misma línea, agregó que su planteo se basa en el "principio de solidaridad" y pidió: "Garanticen al argentino lo que consume y eso cóbrenlo lo que corresponde a la Argentina. Del resto exporten todo lo que quieran, al precio que se les dé la gana. Esto es lo que me pasa con el trigo, el maíz, el girasol, el aceite, la carne, es una discusión que estamos dando".

Quien expuso la incomprensible beligerancia de la Mesa de Enlace fue uno de sus exintegrantes. El expresidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, explicó que la medida impulsada por el gobierno es “precautoria” y que busca preservar el maíz que queda en el país hasta la llegada de la cosecha en marzo.

“El que tiene maíz disponible lo puede vender igual en el mercado interno y no lo está regalando a mitad de precio, lo está vendiendo a un precio importante, inclusive por encima de los valores que fijan la bolsa de cereales”.

Las implicancias de la medida

La decisión del Gobierno tiene como objetivo asegurar el abastecimiento del grano para los sectores que lo utilizan como materia prima en sus procesos de transformación, como carne de cerdo, pollo, huevos, leche y feedlot. Que el humo no disipe la vista de lo real: ¿Cuáles son las verdades implicancias de la medida?

Sobre ese interrogante, cabe destacar que, pese al grito en el cielo que pegaron las tres entidades de la Mesa de Enlace, los números brindados por la cartera de Agroindustria indican que a la fecha se lleva autorizada la exportación de 34,23 millones de toneladas de maíz de la presente campaña 2019/20 sobre un total teórico exportable de 38,50 millones de toneladas. Es decir que ya se vendió al exterior casi el 90 por ciento de lo que se preveía.

Con la restricción a las exportaciones de maíz, desde el Gobierno quiere restringir la demanda agregada para que baje su precio. Es decir, este abaratamiento del costo del insumo maíz haría que baje el precio del pollo, los huevos, la carne de feedlot y la de cerdo, algo que de concretarse es una buena noticia para el golpeado bolsillo de los argentinos en medio de este contexto pandémico, es una lástima que los que más tienen miren solamente el suyo. 


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