Dos elecciones

Por: Ricardo Rouvier

En realidad, las próximas elecciones legislativas, con su momento inicial que son las PASO, van a poner dos cuestiones centrales en la mesa de examen. Institucionalmente, estas elecciones son consideradas intermedias entre una presidencial y otra, y contribuye a la formación y renovación de las fuerzas políticas representadas en la Congreso Nacional, escaños provinciales y municipales. Sin embargo en esta oportunidad las particularidad indica que van a realizarse dos elecciones: una que consiste en la evaluación de la gestión del gobierno de Macri ; y otra que tiene que ver con una amplia interna en el panperonismo. La institucionalidad demanda que se realice la primera; pero la segunda se incluye por prepotencia de la realidad fragmentada del peronismo.

Una vez más el peronismo compite consigo mismo. Luego de un matrimonio que duró doce años entre el peronismo y el kichnerismo, ambos se están desplazando como para independizarse. El grado de separación es diferente según quien se trate. Ayer, las provincias propias eran disciplinadas desde la hacienda pública, y hoy tienen que convivir con Macri. La incidencia de CFK en las listas locales es mínima o nula; porque el kichnerismo se repliega sobre el territorio bonaerense y es un poco más del 20% de la representación política de CABA, y la presencia en el interior es escasa.

La ex Pta. acaba de arrojar al PJ al vacío y lo recogió Randazzo; esto que produjo dolor entre los intendentes peronistas, terminaron aceptando la cruda realidad. Si CFK se quedaba con el rubro no podía evitar las PASO, y la ex Pta. considera que es indebida cualquier competencia interna con ella. Los intendentes que apoyan a CFK , lograron en la negociación interna, tener autonomía en la confección de sus listas municipales. Esto, es una señal no solo para acumular consensos para la candidatura al Senado, sino también es un preludio del 2019. Esto quiere decir que la futura continuidad de la adhesión de los jefes municipales dependerá en mucho de la victoria o no de CFK. El peronismo del interior en su mayoría no kichnerista, observa la evolución de este protagonismo bonaerense.

 Uno está tentado, por la historia, a pensar que el peronismo se desplaza para encontrar su conductor mientras el k. fusiona el liderazgo con la conducción política. Son dos cosas diferentes. Pero, esa tentación se desmaya cuando uno observa tan nítidamente los pedazos componentes del panperonismo. Esta CFK con el kichnerismo, está Randazzo como una porción de renovación peronista que considera al kichnerismo como un ciclo cumplido y 1País o ex Frente Renovador liderado por Massa, que parece haber emprendido un camino sin retorno del peronismo. Su alianza con Stolbizer parece que apunta a otra síntesis, que aún no ha logrado el punto de cocción justo. En síntesis, es factible que el peronismo no desembocará en un único conductor sino que asomarán , en el mejor de los casos, negociaciones, acuerdos entre partes de lo que fue un todo. Lo que no se sabe es si CFK es parte de la negociación o quedó afuera para siempre.

 Por lo tanto, más allá de Cambiemos, el Frente Unidad Ciudadana, Cumplir y 1País, van a competir por el voto peronista bonaerense, con la particularidad que detrás de Massa/Stolbizer habrá votos no peronistas. En cambio, Unidad Ciudadana tiene un voto homogéneo y disciplinado y en la otra punta Cambiemos también tiene un voto que se organiza alrededor de una consigna “no volver al pasado”. Las estrategias de campaña de toda la oposición será la de “la crisis, la recesión, la caída del empleo y los ingresos”. Ambos ejes se cruzarán sobre un 40% aproximadamente de ciudadanía independiente. Sobre estos dilemas se construirán los consensos que vendrán.

Cristina intentará romper el techo bajo que tiene, y Cambiemos intentará ponerle esperanzas a la evolución de la economía y estimular el rechazo al pasado judicializado del kichnerismo. En las elecciones legislativas del 2009, y 2013, en la provincia de Buenos Aires, se impusieron candidatos opositores (con presencia también de voto peronista) que operaron como castigo al oficialismo en coyunturas desfavorables. En el segundo y tercer cordón se gestó territorialmente la derrota del kichnerismo, hoy es allí donde Cristina reúne mayor adhesión.

 El techo de CFK es el dato tentador para que el oficialismo haga ejercicio de polarización; que aún no se ha logrado. El voto a Massa/Stolbizer que se ubica en alrededor del 22/27% indica que 1País resiste a morir asfixiado por ambos contendientes. Por otra parte, lo que las encuestas señalan es que si el binomio Massa/Stolbizer perdiera votos lo haría mayoritariamente favoreciendo a Cambiemos. Es decir, que a Cristina no le conviene que se caiga Massa; y si le conviene, en cambio, a Cambiemos.

 En muchas lecturas, periodísticas y políticas hay una equivocada interpretación de la conducta de Florencio Randazzo. Es indudable que el ex Ministro está realizando una interpelación a CFK sobre la base de una comprensión sobre el ciclo k. El entiende con otros dirigentes que el ciclo se ha cumplido y que es necesario renovarlo. Este solo planteo, más allá de lo electoral, es claramente sustitutivo de la figura de CFK. O sea, que la acción de Randazzo, desconociendo su futuro, no es una cuestión de PASO o no PASO, es una cuestión de otra envergadura.

 El candidato a Senador de Cumplir arranca con pocos votos, y por lo tanto depende de la campaña electoral para hacer una elección que le de cierto piso a los intendentes que lo apoyan y que le de aire para seguir hasta octubre. En algunos municipios la tracción va a ser al revés, de abajo hacia arriba, desde la lista de concejales hacia el candidato a Senador. Es indudable que entre Cumplir y Unidad Ciudadana hay un punto de tensión , al considerarse desde el k. que Randazzo afecta la victoria de CFK al sustraerle algunos puntos de porcentaje. La realidad es que los votos que hoy tiene Randazzo son más cercanos a Massa que a CFK. Esto no obsta, para que si creciera en los municipios la boleta del ex Ministro, podría afectar el caudal de Cristina, considerando que en los territorios la disputa política tiene sus propias leyes y estilos.

 Dos ejes conceptuales sintetizan los estudios cualitativos en la provincia : una que es la decepción o enojo de una gran mayoría de los bonaerenses por la situación socieconómica , y otra que es una actitud de no volver al gobierno anterior. Ambas son negatividad pura, ninguna es proyecto. Hay una visión salvacionista puesta en la figura de Cristina entre los votantes de Unidad Ciudadana, y hay algunos que consideran que hay que darle más tiempo al oficialismo.

 El discurso del kichnerismo será parar las medidas oficiales; ponerle un freno a Macri/Vidal. En la misma línea hay que agregarle la comunicación de 1País y Cumplir. El discurso de Cambiemos será la jerarquización valorativa y ética, la comparación entre la administración actual con la anterior. También habrá por parte de los candidatos de origen peronista no k referencias a la corrupción anterior. Ya lo dijo Massa: “ni gobierno de ricos ni gobierno de corruptos”.

 La comunicación de Cambiemos y de Unidad Ciudadana será unidireccional (polarización) y la de los otros bidireccional; buscando los segmentos que rechacen a ambos. Es claro que la primera es más económica y más directa, la segunda, más compleja, porque está orientada a dos objetivos.

Vidal será central en la campaña; y en el otro rincón estará Cristina. Massa y Randazzo buscarán su protagonismo por encima de los polos.

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